Igual que para llevar chaquetas finas, hay pocos días perfectos para un pícnic en Madrid, así que hay que aprovecharlos al máximo. Entre las lluvias y el calor extremo, el cielo de la ciudad suele regalarnos unos días de sol espléndido y ligera brisa, de esos en los que casi no te acuerdas de la temperatura. Es entonces cuando hay que lanzarse a las zonas verdes con una manta, una cesta repleta de comida y la mejor compañía para disfrutar del buen tiempo.
En Madrid hay parques para todos los gustos, pero hemos elegido los lugares donde hacer un pícnic primaveral u otoñal perfecto.
1. El Lago de la Casa de Campo
En sus 1.700 hectáreas no es fácil decidirse por el sitio concreto en el que sentarse a disfrutar del sol, la comida y las flores, pero los alrededores del lago son ideales para hacer pícnic y además puedes observar el emblemático Edificio España desde algunos puntos. Si están muy abarrotados hay una zona cerca detrás de las pistas de tenis con mesas y un mirador. Normalmente en esa zona hay menos gente y mucho más verde.
2. Arroyo del parque del Oeste
Siguiendo el arroyo artificial del parque del Oeste encontramos algunos de los mejores puntos para asentarnos durante la comida. Oír los pequeños saltos del agua a la sombra de un árbol es un plan ideal para sentir que te has dejado la ciudad cuando estás a un paso de Moncloa y Argüelles.
En la zona baja del parque, alrededor de la rotonda con la fuente alargada, poco transitada por coches y con una arboleda haciendo de tejado natural, también se encuentra uno de los puntos perfectos para repantigarse.
3. La ruta verde de Madrid Río
En los siete kilómetros de ruta verde por el Madrid Río, la mejor zona para hacer un pícnic es pasado el puente de Toledo. La zona que se ha denominado la playa de Madrid Río tiene amplias extensiones de césped, fuentes e incluso toboganes y está alejada de la zona de carril bici. Si es un plan con niños, aquí no se aburrirán.
Desde que se inaugurara en 2011, el parque ha revitalizado varios barrios casi periféricos y se ha convertido en una perfecta alternativa para practicar deporte al aire libre.
4. El parque de Tierno Galván
En el barrio de Legazpi, en el extremo sur de la capital, se encuentra el parque de Tierno Galván, que tiene una estructura particular gracias a su auditorio al aire libre que también podría servirnos como emplazamiento perfecto para extender nuestro mantel y comer.
Salvo cuando hay eventos especiales, no suele estar muy concurrido y es lo suficientemente grande como para encontrar el perfecto emplazamiento para el plan.
5. Cerro del Tío Pío (o Parque de las Siete Tetas)
El cerro del Tío Pío en Puente de Vallecas es uno de los miradores más conocidos de la ciudad. Estas colinas, que han adquirido el nombre popular de Siete Tetas por su sinuosa silueta, fueron a principios del siglo pasado un poblado chabolista que acabó siendo destruido y convertido en parque.
Las vistas no solo de la ciudad, sino de las afueras, incluso de la Sierra de fondo, son su gran atractivo, pero su césped también invita a improvisar una comida al aire libre con el mejor paisaje de fondo.
6. Jardín de las Vistillas
Las Vistillas ofrecen las mejores vistas de la Almudena, de ahí su nombre. Este parque del Madrid de los Austrias se vertebra por unas escaleras rodeadas de vegetación y bordeado por el viaducto de Segovia. Las terrazas, que son en realidad los puntos de descanso de la escalinata, pueden hacer las veces de merendero improvisado y son perfectas para ver el atardecer con la Casa de Campo de fondo, mientras picoteas algo.
El parque culmina en la plaza de Gabriel Miró, donde se celebran algunas de las fiestas de Madrid, como San Isidro o La Paloma.
7. El Retiro
Hacer pícnic en el Retiro es algo que antes o después (si vives en esta ciudad) va a ocurrir, incluso aunque no lo tengas planeado. Después de un paseo alrededor del lago, de haber visitado el Palacio de Cristal y descubierto sus Bibliotecas Populares hay que elegir el lugar en el que quedarse. Entre las 118 hectáreas hay bastante espacio, incluso para una ciudad como esta, una buena opción es buscar un hueco entre el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez.
8. Pantanos y ríos de Madrid
Y sí, decimos pantanos y ríos en plural, porque son varios los que ofrecen un consuelo a la falta de playa en la región. Uno de los más conocidos es el de San Juan, especialmente en verano, pero en primavera hay menos gente y es más fácil relajarse. También el embalse de Picadas cuenta con un área recreativa, merenderos y mucho bosque en el esparcirse.
Una zona interesante para explorar es el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, que recorre varios términos municipales de la zona Oeste de Madrid y que también cuenta con áreas habilitadas a la altura de Boadilla del Monte y Brunete, una zona perfecta para hacer pícnic en las afueras de Madrid.
9. El merendero de El Pardo
Siguiendo la Senda Fluvial del Manzanares llegamos al Pardo. Cruzando el Puente de los Capuchinos y bordeando este magnífico monte que es uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa, llegamos a la presa cerca de Mingorrubio, que cuenta también con uno de los mejores merenderos de Madrid para disfrutar del río Manzanares.
10. La casita del príncipe de El Escorial
Uno de los secretos de El Escorial es La casita del príncipe, un pequeño palacio de recreo para los hijos de Carlos III, con un jardín francés, secuoyas gigantes y maravillosas vistas de la sierra. Dentro del recinto del monumento no se puede hacer pícnic, pero sí en los alrededores, que además tienen un paseo que sube hacia el monasterio. Tiene amplias explanadas de verde donde es habitual que la gente se siente a tomar algo y es también un buen plan con niños.
Además, aquí está una de las cafeterías de Paco Pastel, que tiene una de las mejores torrijas de Madrid y unas palmeras de chocolate inmensas.
11. El monte de Boadilla
Uno de los montes públicos más grandes de Madrid está en Boadilla (del Monte). El pueblo está rodeado casi en su totalidad por la dehesa mediterránea, que es perfecta para caminar, especialmente en primavera y otoño. Según la estación del año y si tenéis la vista avezada aquí podréis encontrar espárragos trigueros y setas, además de un montón de conejos que campan por todo el pueblo (rotondas incluidas).
El comienzo común del camino para encontrar el prado perfecto en el que sentarnos a hacer pícnic se encuentra en la parte trasera del palacio neoclásico del Infante don Luis, justo donde están sus jardines y huertos que bien merecen una visita.
12. Parque Lineal del Manzanares
Este parque, diseñado por el taller de arquitectura de Ricardo Bofill, está situado en Usera y es reconocible desde la distancia por la gran escultura de Manolo Valdés que lo corona: la Dama del Manzares.
Como punto a favor para hacer un pícnic en Madrid, destaca su variedad de zonas y ambientes: la plaza Verde (en forma de media luna), el Paseo de los Sentidos, la Pradera (un gran césped), el Parque del Belvedere, La Atalaya… Sin olvidar la parte del parque que está atravesada por el trazado del río Manzanares.