Una experiencia gastronómica y musical en un clásico madrileño. Así es Museo Chicote.
Hay un local en Madrid cuyas paredes son historia viva y que, a su vez, innova cada día. Un sitio que aúna ese ambiente de pasado y presente en plena Gran Vía madrileña. El mítico Museo Chicote.
Este referente de la hostelería abrió en el número 12 de la Gran Vía en 1931, y a día de hoy todavía sigue dando que hablar. Por allí pasaron personalidades como Ava Gardner, Rita Hayworth, Dalí, Audrey Hepburn o Ernest Hemingway, y casi un siglo después su barra sigue siendo unas de las paradas imprescindibles de la ciudad.
Cruzar la puerta giratoria del Museo Chicote supone adentrarte en la historia de Madrid. Todo un viaje al pasado en el que, además de su intacta decoración, también te acompañará esta impresionante experiencia gastronómica en dos partes.
Un viaje gastronómico y musical
Son las 14:00, has cruzado la puerta giratoria y ya sabes que estás en un sitio especial. Luces cálidas, fotos, placas informativas sobre qué celebridad se sentaba en tú sitio y una decoración única. Son los primeros ingredientes de un festín que aún no ha comenzado.
Tras un pequeño aperitivo llega la ensalada que, aún sin ser la protagonista, marca el nivel del siguiente plato. El preludio se cumple, y es que tras ella llega un entrecôt de esos que dejan con ganas de más. Para acompañar, patatas fritas y una salsa a elegir: setas y trufa o café de París. El toque dulce lo ponen un coulant de chocolate o un crujiente milhojas de mousse de yogurt. Un espectacular menú que, sin embargo, no supone el final del viaje.
Hacia las 16:00 cambian las luces. El ambiente se vuelve más íntimo y especial si cabe. Pequeñas lámparas iluminan las mesas de un local que toma un aire de club privado, como si de un cabaret de los años 30 se tratase. Es momento de que la agradable sesión de música que nos estaba acompañando de paso a una actuación de música en directo.
El local se envuelve en un ambiente de música y copas, la verdadera esencia de Museo Chicote. Con él concluye, por esta ocasión, un viaje al pasado madrileño que se repetirá la semana que viene.