
Con sus esculturas de Dalí, el Movistar Arena (antes llamado Wizink) de fondo, el centro comercial favorito de Julianne Moore a un lado y bares para todos los bolsillos al otro, normal que la plaza de Felipe II rebose vida casi todos los días del año. Lo de casi es por un pequeño problema: apenas tiene árboles, defecto que hace de ella un punto a evitar cuando suben las temperaturas.
Sí, la plaza se somete a un proceso de transformación
El Área de Gobierno de Obras y Equipamientos ha revelado que va a desarrollar un proyecto con el objetivo de remodelar las jardineras de la plaza, poniendo barras perimetrales para evitar el uso de monopatines en sus paredes e instalando nuevas plantaciones en su interior. En zonas exentas de parking, la calle Lombía acogerá dos nuevas jardineras del mismo tipo que las otras trece existentes.
Además de la ampliación (algo escasa) de las zonas ajardinadas, el proyecto contempla la renovación de las zonas infantiles, la reparación del pavimento y el alumbrado público. El Área de Obras y Equipamientos ha afirmado que las piezas de granito rotas del suelo se sustituirán por otras nuevas, y que las luces actuales se remplazarán por un equipo con tecnología LED de alta eficiencia energética. Por otro lado, la fuente ornamental de la plaza, actualmente en desuso, volverá a funcionar para darle aún más encanto al entorno.
El Ayuntamiento de Madrid, que destinará un presupuesto de 1,5 millones de euros a la mejora de la plaza, ha declarado que la remodelación culminará en la segunda mitad de 2026. El Área de Obras y Equipamientos trabaja en la mejora de otras nueve plazas: la de San Cristóbal (San Blas-Canillejas), la de San Pol de Mar (Moncloa-Aravaca), Milmarcos (Villa de Vallecas), Valle de Oro (Carabanchel), Pajarones (Barajas), Julián Marías, José Luis Hoys, Tizas e Hidrógeno.