En julio y agosto la ola de calor es casi perpetua en la capital, pero para los que se quedan en Madrid y quieren seguir haciendo planes hay algunas opciones posibles. Cuando los termómetros pasan de 35 °C la calle es mejor evitarla desde la 1 hasta las 6 de la tarde como mínimo, inclusive cualquier actividad al aire libre que no sea bañarse en alguna piscina o playa de interior. El Retiro, a pesar de que sus sombras puedan ser atractivas, se cierra cuando hay alerta roja de calor (puedes consultar toda la información aquí). Así que una vez descartados los parques, el itinerario para un día tórrido sería así:
Círculo de Bellas Artes
El Círculo de Bellas Artes es oficialmente uno de los refugios climáticos de la ciudad y tienen un plan específico que lo desarrolla. Han convertido el Salón de Baile, el espacio más grande de la institución, en una especie de «plaza cubierta» rodeada de plantas en la que poder reunirse, jugar, descansar o trabajar.
Su guardería de plantas ha sido uno de los proyectos más refrescante del verano en la capital. Y como buen refugio cultural, también cuentan con un club de lectura, torneos y de ajedrez y charlas sobre el cambio climático.
Calle de Alcalá, 42 (Centro)
Comer en mercados
El calor cansa y quita el apetito, en especial cuando se alarga durante semanas, pero hay que comer, y aunque las terrazas nunca descansas en esta ciudad, al medio día es mejor ponerse a cubierto. Los mercados municipales, ahora en su mayoría ocupados por restaurantes, hacen de puntos calientes gastronómicos en Madrid. El de Vallehermoso en Chamberí (Tripea, Kitchen 154, Batch…) o el de Antón Martín (Doppelgänger, Yokaloka, Asian Army…) son solo dos buenos ejemplos de un hecho que ya se ha extendido por la ciudad.
Varias localizaciones
La playa de Madrid Río
Hay tantas piscinas a las que se han apodado la «playa de Madrid» que empieza a ser un término confuso, pero en este caso se trata de su nombre oficial. Con la naturalización del río Manzanares y con Madrid Río completamente integrado en el paisaje de la ciudad tener una zona para remojarse, que no bañarse, se hacía necesario.
Estos chorros que salen del suelo alegran a pequeños, mayores y mascotas los días más calurosos del año. El verde, la cercanía del río y la sencillez del sistema (de riego para humanos) convierte esta zona de Madrid Río en uno de los planes imprescindibles para combatir el calor en Madrid.
Avenida del Manzanares, 140 (Arganzuela).
Cenar en el lago de la Casa de Campo
Cuando el sol empieza a flojear y las temperaturas se humanizan es el momento de lanzarse al exterior. Pero si lo que quieres es olvidar que no estás en un chiringuito oliendo a sardinas y con arena en los pies, puedes o ir alguno de los bares con arena de playa que hay en Madrid o cenar a la orilla del lago de la Casa de Campo. Puede que no sustituya la falta de descanso, pero alivia una tarde noche calurosa. El Café del Lago, El Urogallo o Villa Verbena son buenas opciones.
Casa de Campo
Cine de verano de la Filmoteca
El cine de verano de la Filmoteca volvió el año pasado tras 7 años cerrado, para suerte de cinéfilos. Este año la sala 3 de los Cines Doré —también conocida como la Sala Berlanga— se centrará en el cine distópico, películas de fantasía chinas, conciertos filmados y un ciclo dedicado a Paul Auster. Puedes consultar la cartelera completa en este enlace y las entradas se pueden comprar tanto en la taquilla como en su web.
Calle de Sta. Isabel, 3 (Lavapiés)
La Terraza Atenas
Un parque, un bar y una piscina podría ser el resumen del verano en la capital, y la Terraza Atenas ha sabido sintetizarlo en un mismo espacio. En una esquina del parque Atenas, con las mejores vistas de la catedral de La Almudena y muy próximo a la Galería de las Colecciones Reales, está este bar al aire libre con una terraza circular y escalonada en la que hay una pequeña piscina. Los cócteles, el DJ y el ambiente la hacen uno de los mejores lugares para alargar la cena o empezar la noche. De junio a septiembre cierra a las 2:30 h en fin de semana.
Calle de Segovia , s/n