Lo único que no debes pensar dos veces es conseguir aquí tus entradas para Protocolo de eliminación.
Qué fácil es celebrar o llorar las desgracias de un personaje de la tele, ¿verdad? La pantalla hace de cómoda barrera emocional entre la historia y tú. Pero en La Caja Lista (el nombre lo dice todo) el público es parte de la obra y se involucra en la trama. Esto pasa en Protocolo de eliminación: que los espectadores son los encargados de decidir quién vive y quién muere.
Vivimos en un futuro distópico en el que la ciudadanía se ve forzada a puntuar a sus vecinos. No hay forma posible de escapar a este mandato, y las cosas se ponen aún más feas cuando toca votar democráticamente la condena o salvación de los ciudadanos peor valorados. Hay que decidir, y no es fácil ni de lejos. La pantalla ha desaparecido y te has implicado en la trama hasta el cuello (nunca mejor dicho. Compra tus entradas y sabrás por qué lo decimos).
Los dilemas morales son la tónica de un espectáculo que lleva el teatro interactivo a un extremo angustioso a la par que emocionante. No solo hay que juzgar y sentenciar: hay que cuestionar a los personajes del escenario. ¿Dicen la verdad o mienten? ¿Por qué merecen ser salvados? ¿Quién se merece un castigo tan grave como la muerte? Las decisiones todo lo condicionan: pueden darse hasta seis finales distintos en función del voto emitido por la audiencia.
La compañía que da vida a Cluedo 1910, un juego de cluedo interactivo que nos entusiasmó, está detrás de Protocolo de eliminación. Por primera vez podemos decir sin el mínimo temor a equivocarnos, que es imposible que este espectáculo te deje indiferente.