Desde hace unos meses, la iglesia de la Comunidad Evangélica de Habla Alemana de Madrid, rinde culto a la imaginación, a la meditación, a la espiritualidad y a lo audiovisual. Genesis es una experiencia que desde el interior de esta coqueta iglesia y con ayuda de la tecnología del video mapping, imagina con luz, color y sonido, cómo serían los primeros tres días de la Tierra. ¿Cómo nació la vida? ¿Cómo fue ese florecer primigenio? Ahora, en sus últimos días, lanzamos unas recomendaciones de aquellos redactores de Madrid Secreto que lo han probado en sus carnes.
1. 30 minutos de tranquilidad y contemplación
Dicen que los madrileños (seamos de la provincia que seamos) caminamos rápido. Es un hecho. Madrid es una ciudad que, con su ritmo frenético, acaba encantando como un hipnoterapeuta a todo aquel que pisa la calle. Y esto pasa especialmente en lugares como el paseo de la Castellana. Este bulevar tupido de árboles es una de esas preciosas «trampas» de la ciudad. A su alrededor, en ambas direcciones, los coches vuelan, pitan, aceleran el paso de los viandantes.
Pero, de repente, cruzamos la verja de la iglesia que se esconde tras el número 6 y se hace el silencio. Un patio que absorbe el ruido. El respiro. Esto marca la pauta para el resto de la experiencia. Una vez dentro de la iglesia, podrás sentarte en sillas o tumbarte cómodamente en los pufs del centro del espacio. Si prefieres lo segundo, recomendamos llegar pronto, ya que son los asiento más cotizados. Y poco después, la magia: te sumirás en la oscuridad total, señal de que Genesis está a punto de empezar.
2. Conocer el interior de una de las iglesias más bellas de Madrid
Nos encontramos en la primera iglesia luterana construida en la Comunidad de Madrid. Y no solo eso: nos encontramos en un tesoro arquitectónico construido en estilo neorromántico a finales del siglo XIX por Oskar Jürgens, una de las iglesias más bonitas de Madrid.
Es un espacio recoleto, coqueto, ¿coquette? con decenas de detalles que lo hacen llamativo, peculiar. Como su altar abovedado, la lámpara visigótica, el gran mosaico neobizantino que preside el altar con un Pantocrátor, los rosetones góticos, la vista desde el altar hacia el órgano… Es decir, un gran lienzo en blanco para lo que está a punto de suceder.
3. La inmersión
Genesis es un espectáculo 360º que envuelve por completo las paredes y cada uno de los recovecos de la iglesia. Todo se transforma en proyecciones abstractas, de puro color y movimiento gracias a la tecnología aplicada por Projektil (colectivo de artistas y coproductores del evento) con proyectores láser ultraprecisos y de alto rendimiento. De esta manera, la tecnología más puntera sirve al propósito más espiritual.
Aunque te podríamos dar toda la información sobre qué representa cada momento, también puedes (y recomendamos) optar por recostarse y dejarse llevar, observando todo en su conjunto, viendo cómo las flores explotan en los rosetones o cómo la luz de la vida arranca desde el centro de la iglesia hasta invadirlo todo.
4. La música
No en vano, el equipo de Projektil está formado por artistas y creadores multidisciplinares, diseñadores de sonido entre ellos. Por ello, acompaña a los efectos visuales, melodía a melodía, efecto a efecto.
En palabras de los propios artistas: «Nuestros espectáculos consisten siempre en crear un bello y dramático arco de tensión que ofrezca variedad. La música clásica desempeña un papel importante en este sentido, ya que encaja perfectamente en los edificios clásicos y aporta cierta elegancia. Al mismo tiempo, también integramos elementos modernos para crear variedad y crear algo nuevo y único. Esta combinación de música clásica y moderna crea una dinámica fascinante que lleva al público a una montaña rusa emocional y crea una experiencia inolvidable».
Por ello, la selección musical es óptima y se adapta al sentimiento de las imágenes: sonará Urlicht de Mahler, con la intención de sumergir al espectador en un ambiente reflexivo, poniendo. Continúa con una pieza creada por y para el espectáculo por STEEBRT titulado Airspace & Water, aquí empieza la tensión, el contrapunto moderno a lo clásico. Avanza el espectáculo con el tercer día, en el que sonarán Día 3: Tierra de Joseph Haydn y Plants, de The Creation, punto álgido del espectáculo inmersivo: caos y puro elogio de la naturaleza. El final, te lo comentamos en el último punto.
5. La meditación final
El punto y final de la experiencia da pie a que deposites toda tu confianza en las proyecciones de Genesis y, sin más, dejes volar tus pensamientos. Unas linternas brillantes asomarán cual símbolo de luz, como símbolo del alma. A partir de aquí, tú dominas el juego.