Así es la ruta del helado de Grana Padano
Te contamos en qué 15 heladerías de la ciudad puedes probarlo.
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Te contamos en qué 15 heladerías de la ciudad puedes probarlo.
El gusto es uno de los sentidos más desarrollados que tenemos. Pensar en un sabor rápidamente nos evoca un momento; puede que una compañía, un lugar, incluso un instante previo a algo que se quedó grabado en nuestra memoria. Los sabores tienen esa capacidad de hacernos viajar al pasado, que sintamos nostalgia por algo vivido y que se nos dibuje una sonrisa en el rostro al recordar una experiencia concreta.
No sabemos por qué extraña razón, los seres humanos compartimos ciertas preferencias de gusto: casi todos disfrutamos con un plato de pasta, el queso (en sus múltiples formas) o un buen helado. De hecho, estos manjares nos producen una agradable sensación de bienestar y es muy probable que los hayas consumido en algún momento de bajón emocional. La explicación es sencilla: según un estudio realizado por el psiquiatra Lukas Van Oudenhove, las grasas atenúan la sensación de tristeza.
Hemos hablado del helado y el queso por separado, ¿pero qué pasaría si se juntaran? Por increíble que pueda sonar, esta combinación existe y ahora está al alcance de todos los paladares, incluido el tuyo. Se trata de un helado de Grana Padano y puedes encontrarlo en esta ruta del helado artesanal por varias heladerías de la ciudad.
Hasta el 31 de agosto, quince establecimientos ofrecerán este refrescante manjar. Son Mistura (C/ Augusto Figueroa, 5 – C/ Ciudad Rodrigo, 6 – C/ Goya, 50 – Plaza del Ángel, 2 – C/ Príncipe de Vergara, 254 y C/ Toledo, 71), Heladería Los Alpes (C/ Agapito Martínez, 6 – C/ Arcipreste de Hita, 6 y C/ Camilo José Cela, 16), Zúccaru (C/ Vergara, 16 y C/ Palafox, 20), Heladería Napoli (Avenida de la Ciudad de Barcelona, 19), Helados Patagonia (Plaza Tirso de Molina, 19), La Gelateria (C/ Ríos Rosas, 54) y Töto Ice Cream (Corredera Alta de San Pablo, 12).
El Grana Padano es la denominación de origen protegida de quesos más consumida del mundo, y ahora la marca nos sorprende con un twist sofisticado y veraniego. El resultado es fruto de un proceso de maduración de 9 meses, que proporciona al helado un dulzor que recuerda a la leche y la nata sin perder la frescura propia de un helado.
Además de ser artesanal y muy nutritivo, se trata de un queso libre de gluten y lactosa, por lo que cualquier persona a la que le guste el queso podrá disfrutarlo.