Shanghái es la ciudad más poblada de China y Madrid la de España. ¿Qué más une a estas dos gigantes?
Hace años estaríamos impresionados con las dimensiones que alcanzan los rascacielos de la ciudad, pero hoy en día Madrid no es tan diferente a Shanghái como puede parecer. Por ejemplo, tres de los edificios más altos de China están en Shanghái: la Oriental Pearl Tower, el rascacielos Jing Mao, y el Shanghái World Financial Center, que es el más alto de todo el país y en el año 2008 el sexto de todo el mundo. En la capital ocurre lo mismo, ya que el listado de los rascacielos más altos de España lo lideran 4 madrileños: la Torre de Cristal, la Cepsa, la PwC y la Torre Espacio.
Dos ciudades que parecen estar a millones de años luz, pero que gracias a los avances de la tecnología, están más cerca de lo que imaginas… Es más, si alguna vez decides viajar al Lejano Oriente, has de saber que la experiencia comienza a unos pocos pasos de cruzar la T-4 de Barajas.
Antes de partir ya piensas que no tendrás tiempo de descubrir todo lo que te ofrece este destino tan exótico. Lo cierto es que no te equivocas. A la vuelta siempre acabas dándote cuenta que te has dejado algo, pero justo por eso, toca prepararse antes de llegar.
Aún no habrás despegado y ya empezarás a sentirte familiarizado con el ambiente cosmopolita de Shanghái. Es más, eso de ir por la calle y escuchar portugués, árabe y cuatro o cinco idiomas más no te sonará raro, pues en Madrid está a la orden del día. Es lo bueno de la globalización, la multiculturalidad y, por qué no, el wi-fi. Además, este vuelo quiere que empieces a agudizar el oído, por lo que, literalmente, todo te sonará a chino.
Si hay algo que también une ambas ciudades son las aglomeraciones. Eso nos suena de sobra. ¿Verdad? Porque… ¿Cuál es la diferencia entre estar agobiado por el tumulto del metro chino o en el madrileño? ¿Y cuál la de hacerte camino entre tropecientas personas en la calle más poblada de Shanghái y atravesar Sol por estas fechas a hora punta? Por eso, en el viaje puedes relajarte con el preciado tesoro de la cultura china: el té. Ellos lo toman como si de un ritual se tratase y tú debes aprender a hacerlo antes de aterrizar.
Pasear por Shanghái es como pasear por casa solo que con vecinos más pequeños y con letras en vertical. ¿Y quién no quiere vivir una experiencia tan única?
Ahora lo tienes más al alcance de la mano que nunca. Hasta tres veces por semana salen aviones desde Barajas hacia la metrópolis china y ya desde el propio avión, Iberia te mete de lleno en el destino, porque te has sentado en tu asiento y estás respirando orientalidad por los cuatro costados: tripulantes de cabina de pasajero chinos, menús de comida china servidos a bordo, películas procedentes de este país subtituladas al castellano y un catálogo especial de productos a la venta. ¿Y lo mejor de todo? ¡Butacas que se convierten en camas en clase Business!
Si ya te conoces Madrid como la palma de la mano, es hora de que empieces a conocer qué tiene en común con Shanghái y qué es lo que descubrirás si haces la maleta. Solo nos queda decir: 好旅行 (Buen viaje para los que aún no tienen el B1 en chino).