Pocos lugares de la Tierra son tan estrafalarios como un casino madrileño. En su interior se entrecruzan el desapego al cash de los ricos de pura raza y la preocupación in crescendo de otras retinas con renta más baja que no se despegan de la ruleta. Tacones en picado, mocasines lustrosos y zapatillas de supermercado: todos pisan la misma alfombra moteada, todos vienen a lo mismo.
Cómo no iba Sergi Arola a montar su nuevo delirio en un casino. Sin vergüenza ni disimulo ninguno: lo ha colocado en la planta superior de V de Vegas, la meca del juego de Ciudad Lineal. Para más desparpajo, lo ha firmado con su nombre: V Club Feat. Arola (calle Caunedo, 4).
Hay que subir en ascensor y atravesar la sala enmoquetada del casino para entrar al restaurante. Una vez allí, el paisaje cambia: conserva el estilo del local, pero se inclina hacia una sofisticación actualizada. Sorprende la decoración, pero impresiona más la cálida bienvenida del chef, encantado de conocerte y darte de cenar.
V Club Feat. Arola es solo para adultos que disfrutan como niños. Porque sí, la calidad de la cocina impone respeto, pero aquí es costumbre comer con las manos. Al fin al cabo, esta es la casa de Sergi Arola, y el juego es una de sus señas de identidad.
Cuidado con el chef, que nunca se cansa de recomendar platos ni escatima con las raciones. Pero de sitios así, liderados por profesionales como él, merece la pena salir rodando. Las «bravas de Arola», el steak tartar, el bocata de calamares, los postres… No hay más remedio que deleitarse con todo.
En V Club Feat. Arola la noche empieza tarde. Cuando las demás cocinas cierran, estas mesas empiezan a llenarse con todo tipo de gente a la que Sergi recibe con la misma familiaridad con la que, te imaginas, trataría a sus primos.
Como en todo casino, el restaurante se guarda un as en la manga: una despampanante terraza con acceso directo a ese Cielo al que solo se puede ir desde Madrid. Su autor se muere de ganas de materializar todas sus ideas sobre ella. Esperemos que nos avise cuando termine para volver a sucumbir a este hechizo.
Calle Caunedo, 4 (Ciudad Lineal)
Cenas de martes a sábado hasta la 01:30 h (y picoteo hasta las 3:00 h).
45 euros aprox.
Más información en Instagram.