Aquello de que segundas partes nunca fueron buenas es todo un cliché. Una frase que casi solo puede usarse en un contexto cinematográfico y pocas veces en uno gastronómico. O por lo menos no en el de Villa Capri, el segundo restaurante del grupo Big Mamma en Madrid.
Villa Capri abre el viernes 25 de junio y ya es difícil reservar una mesa. Esa es la expectación que genera el hermano pequeño de Bel Mondo –pequeño por nacer más tarde y por tener capacidad para 160 comensales, casi la mitad que el primero. Bel Mondo, por otro lado, apenas ha necesitado un año para conquistar los estómagos madrileños y consolidarse como uno de los restaurantes italianos más populares de Madrid.
La apuesta gastronómica de Villa Capri, que lógicamente bebe de Italia, es algo diferente a la de Bel Mondo. No hay una italianidad estricta en la selección de los platos que integran la carta. O al menos no en forma, pero sí en fondo. Ejemplo: ¿un gazpacho en un restaurante italiano? Sí, pero con tomate San Marzano. ¿Ceviche? También está presente. Igual que un plato que aúna lo mejor de una Tarta Tatin y lo mejor de una pizza.
Lo que aspira a ser el plato estrella –el equivalente a la carbonara o a las pizzas reconocidas como las terceras mejores de Europa– es el Gran Ravioli. Se trata de un plato compuesto por dos raviolis gigantes, coronados por una loncha de bacon crujiente y rellenados de salsa carbonara y yema de huevo. Otro nivel.
El interiorismo ha corrido a cargo del estudio londinense Kiki: también es puro horror vacui, colores y flores, bombillas, estética kitsch y donde crees que no podría caber nada más: una botella de alcohol. Hay hasta 2 mil botellas repartidas por el local. Pero lo raro es que cuando sales del local no esperas encontrarte el asfalto de Hortaleza, sino el Mediterráneo.
Calle de Hortaleza, 118
Alrededor de 25€.
Más información en su Instagram.