Para no ir por la calle peleando por una sombra o esperando a que los aspersores de los bares nos rocíen. El del Círculo de Bellas Artes está bastante solicitado (es lo único que hay gratis ahí).
Para dejar de sudar, de oler sudores ajenos y de pegarse a cualquier parte.
Depilarte con menos frecuencia: admitámoslo, si no se ve, ¿para qué sufrir?
Muy en el fondo, sabes que te aburres con tanto tiempo libre.
Para poder tapar las lorzas (tras la fallida operación bikini) en la ropa de invierno.
Para poder tomar comida caliente sin morir derretido en el intento.
Porque echas de menos al rollete que veranea en el pueblo (y tú te has tenido que quedar en la city).
En rebajas compraste ropa de invierno y quieres estrenarla (porque es muy normal que en las rebajas de verano haya ropa de invierno).
Porque echas de menos un buen plato de cocido madrileño.
Para disfrutar del olor a lluvia (porque en Madrid las tormentas de verano parece que no existen).
Para que la programación de la televisión deje de dar asco.
...y ya de paso, que se estrene la nueva temporada de la serie a la que estás enganchadísimo.
Para que tus amigos con piscina dejen de ser los populares del grupo.
Para que cuando enciendas la radio suene otra cosa que no sea la canción del verano.
Para poder cerrar las ventanas de casa y volver a tener vida privada. Escuchar el amor que se dan los vecinos por la mañana no es el despertador más agradable.