Hay que tomarse la vida de forma más relajada, sobre todo en Madrid, porque si os paráis a observar, la gente va siempre con prisas. Hay que desinhibirse, dejar de pensar en el que dirán y empezar a hacer cosas que realmente nos apetecen y no por compromiso. ¡Hay que disfrutar! Así que… ¿por qué no empezar mimando nuestro lado más pasional? Añadamos a nuestras vidas algo de picante, pero hagámoslo con clase:
Luxtal: Love Rooms para dar rienda suelta a la pasión
Hay cosas que cuando llegan… ¡No podemos dejarlas escapar! Y una de ellas es la oportunidad de dejarte llevar por la pasión con alguien cuando llevabas mucho tiempo deseándolo. ¿No tienes un lugar especial para ese momento especial? Luxtal está ahí justo para eso, para que podamos disfrutar de forma discreta pero sin perder la sensualidad de esos momentos tan íntimos con quien más nos apetezca. Sus Love Rooms están preparadas para satisfacer vuestro lado más travieso:espejos colocados estratégicamente, camas enormes, jacuzzi… Para ello cuentan con dos locales en Madrid, LuxtalBalboa (C/ Nuñez de Balboa, 116) y Luxtal Cuzco (C/ Juan Ramón Jiménez, 8).
Kitchen 154
En este restaurante son adictos al picante y quieren contagiarnos su pasión con su “desafío picante”, que consta de tres platos y un antídoto, aunque si lo usas antes de acabar el reto, quedarás expulsado del mismo. Puede que acabes con un aliento poco sensual, pero te garantizamos que las especias harán que tu temperatura y la de tu acompañante suban rápidamente… Podéis empezar por sus dumplings de butifarra, ternera, cebolla, kimchi, jugo de kimchi y salsa negra.
C/ Vallehermoso, 36
El templo del placer
Para despedidas de solter@, para fiestas universitarias y hasta para cenas de empresa (en este caso os recomendamos que tengáis buena relación con vuestros compañeros, pues la situación podría ser incómoda en caso contrario). Se trata de un restaurante que organiza cenas que giran en torno a una misma temática: el erotismo: shows, streapteases…
C/ Atocha, 125
Daniel Sorlut: ¡Ostras!
No, no nos hemos vuelto unos deslenguados, nos referimos a la especialidad de la casa del señor Daniel: las ostras, ese molusco al que le atribuyen poderes afrodisíacos. Unos dicen que es cierto y otros afirman que ni vaciando el océano notarían nada, pero nosotros creemos que sólo por la fama que se les ha dado, algo serán capaces de despertar y las de Daniel Sorlut son de primerísima calidad, así que, ¿apetecen?