El postureo en Madrid cada vez es más común. Tanto que hay zonas de la capital en las que se forman colas por tener la foto que lo está petando en las redes.
La RAE aún no ha incluido la palabra postureo, pero ya la conjugamos hasta en pretérito imperfecto. La comida se nos queda fría buscando el ángulo perfecto; la memoria del móvil se nos peta con las mil versiones de una misma foto hasta que quede perfecta y las calles de Madrid están llenas de cientos de personas que hasta son capaces de parar el tráfico por conseguir la mejor perspectiva. Es más, te apostamos lo que quieras a que tienes alguna foto en estos lugares tan instagrameables.
La pared más famosa de Malasaña está llena de ojos. Menos mal que están pintados, porque si pudieran ver, estarían ciegos de aguantar los cientos de flashes que los inmortalizan cada día. Por cierto, ¿por qué nadie mira al frente cuando se fotografía en ella? Por cierto, pertenece a la tienda Tompai (C/Palma, 18).
Nos encantaría saber cuánta gente va realmente a Misión Café (C/ Reyes, 5) a tomarse uno o a hacerse fotos en sus escaleras.
Seguro que más de uno (y una) está pensando en la forma de poder hacerse una foto en la que salga el Campo de la Cebada (plaza de la Cebada, 16) y él o ella misma sin caerse en el intento.
¿Cuántos helados se habrán derretido intentando hacer la foto perfecta de los peces más famosos de Malasaña? Si no los conoces, son los de la heladería La Pecera (C/ Velarde, 2).
Otro de los lugares en los que la gente ha decidido no mirar a la cámara es la pared del Museo ABC (C/ Amaniel, 29). Aunque también han decidido utilizar la modalidad «salto».
Las personas que tengan alergia a alguna de las 8.000 especies que alberga el jardín vertical de Caixaforum debe ser una misión practicar el arte del postureo en él. Esta chica, en cambio, domina la técnica:
Tabacalera (C/ Embajadores, 53) es un templo del postureo más intenso. No finjas que no tienes ninguna foto con texto emotivo en ella.
La revolución de la comida sana va tan de la mano del postureo que para los que de verdad quieren cuidarse es todo un lujo salir a comer fuera en Madrid. Honest Greens (Paseo de la Castellana, 89) es uno de esos lugares, pero no sabemos si gusta más por sus platos o por su conocido lema (gracias a las redes). Aquí tampoco está permitido mirar a cámara, aunque nuestro «amigo» si lo haga.
El Templo de Debod es escenario de sesiones de modelos, de bodas, de pedidas de mano y de… ¿siestas?
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