El principal motivo esgrimido desde el Ayuntamiento es garantizar la seguridad durante las fiestas y facilitar el acceso a servicios como Samur.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, confirmaba esta semana durante una rueda de prensa que el aforo de la Puerta del Sol para las campanadas del día 31 de diciembre de este año volverá reducido, igual que el año anterior.
Se limitará así el acceso a uno de los eventos con mayor densidad de asistencia con el objetivo de garantizar la seguridad, dando «más lugar al Samur, a la evacuación, y todo se hace pensando en la mejor manera de que nunca pueda haber riesgo a la población», explicó la alcaldesa.
Esta medida se suma así a otras como la reorientación de los puestos navideños en la Plaza Mayor a fin de facilitar una posible evacuación, o la posibilidad de establecer la unidireccionalidad de las calles Preciados y Carmen.
«Hay que tener prevista una incidencia, y cuando pensamos en medidas de seguridad, pedimos que se cumplan, porque la Navidad es esa fiesta magnífica en la que no se pretende generar molestias», explicó Carmena.