El pasado 17 de diciembre un equipo de investigadores de la Universidad CEU San Pablo comenzó la exploración en busca del nicho de Pedro Calderón de la Barca. Las primeras exploraciones se llevaron a cabo con un georradar en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, lugar que fue nombrado en el testamento del autor como heredera universal.
Algunas partes del edificio pertenecen a la Congregación de San Pedro, y Calderón de la Barca estaba fuertemente vinculado a ella porque perteneció a la misma. Tras los seis actos de exhumación de los restos del autor, se cree que los restos pueden encontrarse en esta parroquia porque un sacerdote lo aseguró en su lecho de muerte.
Esta semana, el equipo que busca los restos mortales ha recibido un cofre con la llave del féretro de Calderón de la Barca. El CEU San Pablo ha anunciado en un comunicado que la llave es propiedad de la condesa del Asalto, Teresa Morenés y Urquijo, que la ha prestado al equipo científico para su investigación.
La arqueta está hecha de madera noble y de bronce, que son los mismos materiales de los que está hecha la urna funeraria que se está buscando. También cuenta con una cruz de la Orden de Santiago y unas inscripciones ilegibles en sus laterales.
El proceso de investigación se ha visto afectado por el temporal Filomena y por la situación de la pandemia, pero esto es un paso muy importante para seguir buscando los restos de uno de los insignes literarios barrocos más importante del Siglo de Oro.