La marca Aperol Spritz fue la responsable de traer a Madrid el primer chiringuito y aquello se convirtió en un fiestón.
Era sábado y hacía un sol de esos que llaman de justicia. Más calor que en la comunión de Charmander, se oía por la calle. Un día de esos en los que uno aspira a sobrevivir las horas que queden de luz en el sofá, haciendo el mínimo gasto de energía posible.
Pero entonces recordé que me habían invitado a una fiesta en un chiringuito, un chiringuito por la zona de Delicias, y eso había que verlo. Porque no todos los días tienes una fiesta en un chiringuito en Madrid.
Allí que fuimos. La fiesta era en el Museo del Ferrocarril y solo iba a durar un día, el pasado sábado, de 12:00 a 18:00. Y si alguna vez Madrid tuvo o tendrá algo parecido a un chiringuito de playa, sin duda era este.
La marca de bebidas Aperol Spritz organizó la Aperol Chiringuito Party, un fiestón al aire libre que, a excepción del mar, tenía todo lo que podías esperar de un chiringuito playero.
Se volcaron toneladas de arena, había un escenario para conciertos de música en directo y DJs del Blue Bar de Formentera en el centro de una barra cuadrada que dominaba el centro del espacio.
Había hamacas balinesas donde descansar y zonas de sombra donde refugiarse del calor. También se repartieron ventiladores individuales con dispensadores de agua para los más calurosos y hubo Aperol Spritz, mucho Aperol Spritz.
Pero no quedó ahí la cosa. En un intento por conjugar en un chiringuito en Madrid lo mejor de algunos de los chiringuitos más populares del resto de España, Aperol Spritz montó tres puestos de comida en el recinto con la firma del chiringuito Sol y Luna de Valencia, que puso la paella; El Zagal de Málaga, que sirvió espetos; o el chiringuito Arrigunaga de Bizkaia, que repartió pintxos de tortilla de patatas.
Hacía que un evento con intención de hacerse inmersivo y real lo conseguía con tanto éxito. Habrá más muy pronto y si quieres apuntarte ahí van unas fechas: el 7 de julio en Pals (Costa Brava), el 28 de julio en Tarifa y el 29 de septiembre en Barcelona.