A la felicidad improvisada del sábado, se han ido sumando malas noticias constantes: saqueos, supermercados desabastecidos y hospitales llenos de gente con fracturas convierten Madrid en algo que se parece más al escenario en el que se desarrollaría la próxima entrega de Mad Max que a la ciudad que conocemos.
La flora se resiente ante temporales tan atípicos como extremos. Y la fauna también. Especialmente las aves urbanas: mirlos o gorriones están muriendo por inanición. Las aves urbanas dependen de los alimentos que les proporcionan los ciudadanos.
No en vano, organizaciones como la Sociedad Española de Ornitología o la ONG SEO Bird Life (esta última ha creado incluso una guía para orientar a los madrileños en su alimentación) han puesto en marcha un movimiento para ayudarles que consiste en depositar alimentos en terrazas, jardines o balcones.
Entre los alimentos recomendados, informan distintos usuarios de Twitter, no se encuentra el pan debido a que no tiene valor nutritivo. Y tampoco alimentos “que contengan sal, azúcar o hayan sido cocinados”. Sí que recomiendan, sin embargo, semillas, frutos secos sin sal o frutas como manzana o coco.