Este restaurante de comida informal en el barrio de Prosperidad llega con una carta movidita. Consigue en este enlace el menú que tienes que probar.
Lo que un día fue un pub irlandés, hoy es un restaurante informal, donde comer algo ligero, tomar cerveza de calidad y reunirte con los tuyos en un ambiente cómodo. Sentarse a charlar, quizá a ver el fútbol, pero siempre en torno a un buen plato que compartir y una cerveza con la que brindar. Eso, y nada más, debería ser nuestro fin en la Tierra.
Y de eso va Buddy and Beer (c/ de Pradillo, 30), un local en el barrio de Prosperidad que, tras un lavado de cara radical, presenta una carta con alrededor de 25 cervezas artesanas, algunas de las cuales van rotando, y una carta con «comida de aquí y de allá con ingredientes de aquí», nos explica Dani, el responsable de cocina.
En su carta, donde además se aconsejan maridajes entre platos y cervezas concretas, confluyen platos de América, Asia y Europa, cuyas recetas a veces se entremezclan, generando ese equilibrio que la globalización a veces sabe encontrar.
Y en una carta tan mestiza no podía faltar el picante, «porque invita a eso», explica Dani, a pesar de que él no lo toma. Entre sus platos picantes destacan su laksa de gambón, una sopa picante del sureste asiático hecha a base de leche de coco; sus costillas coreanas, asadas durante 12 horas a 80 grados; o su pan bao con butifarra picante.
Servidor, amante de las alitas de pollo, también se enamoró de las que preparan en Buddy and Beer, asadas y con una salsa de curry verde sobre una base de arroz.
Platos como su hamburguesa o su ceviche van rotando, lo que le da a la carte ese aire vivo que los responsables del restaurante, imagino, querían transmitir. Un sitio con platos diferentes, cuyos ingredientes cambian, y donde siempre hay una nueva excusa para volver.
Tampoco puedes dejar de probar sus croquetas de ají de gallina, o su steak tartar sobre hueso de tuétano, que se acompaña con una yema de huevo y un pincel para que untes la carne a tu antojo.
Y cuando descubrimos que Dani es venezolano, nos sorprendemos de que no haya ninguna seña de identidad gastronómica del país caribeño en la carta. Le preguntamos. «Sí, el postre: una tarta tres leches hecha con un bizcocho genovés. Es un postre super venezolano. Es mi abuela, es mi madre, es mi casa».
Puedes comprar un menú individual con precio especial en este enlace, o también un menú para dos.
Localización: c/ de Pradillo, 30.
Horario: de lunes a miércoles y domingo, de 10:00 a 1:00 h.; jueves, de 10:00 a 2:00 h.; viernes, de 10:00 a 3:00 h.; sábado, de 12:00 a 3:00 h.
Precio: 15-20 €
Más info: en su web oficial, Facebook e Instagram.