Estas Navidades la compra de regalos en el centro de Madrid no llevará aparejada la clásica concentración masiva de personas. Con el fin de prevenir los contagios de coronavirus y de asegurar la distancia interpersonal, las calles aledañas a Sol tendrán un aforo limitado.
La policía vigilará la zona comercial para que no se formen aglomeraciones, y cortará el acceso a las vías donde haya demasiadas personas. Para determinar la capacidad de las calles no se utilizará un criterio fijo, sino que la decisión se tomará en función de lo que observen los agentes.
Se implantará un semáforo de cuatro colores que ilustrará la ocupación de cada calle: verde y amarillo indicarán que hay un número adecuado de personas; mientras que el rojo llevará a los agentes a controlar las aglomeraciones convirtiendo la calle en una vía de sentido único, una actuación que ya se ha visto en Navidades anteriores en la capital. El color negro supondrá limitar el acceso mientras exista una elevada congestión de viandantes.
El Ayuntamiento tiene previsto aprobar otras acciones para adoptar durante las fiestas. De momento, esto es todo lo que se podrá y no se podrá hacer esta Navidad en Madrid.