
Las cuentas millonarias de los futbolistas no solo se alimentan de lo que reciben por parte de los clubes o de las marcas de ropa. De un tiempo a esta parte, la diversificación se ha puesto de moda y son muchos los jugadores que han montado restaurantes –es el caso de Mario Hermoso con Tora o de Cristiano Ronaldo con Tatel.
Y Eduardo Camavinga, el futbolista francés del Real Madrid, no es una excepción, pero sí es una excepción.
Es decir: mientras que el foco de muchos de sus homólogos se pone en lo gastronómico, Camavinga (junto a su hermano) va a abrir próximamente The Camavinga House, un espacio que aunará la venta de zapatillas con los cortes de pelo.
Regentado por el hermano
El hermano de Eduardo Camavinga, Sebastiao, ya trabajaba como peluquero en Francia. Y al llegar el futbolista a Madrid, empezó a trabajar en la peluquería Delegang en Malasaña.
Al respecto de sus habilidades en este puesto de trabajo, el dueño de la peluquería dijo en una entrevista para Telemadrid: “Sebastiao es mucho mejor cortando el pelo que su hermano jugando al fútbol”.
De otra entrevista, en este caso con Marca y hace casi dos años, el propio Sebastiao decía: «Estoy feliz en esta peluquería, pero mi sueño es montar mi propio salón de belleza en Madrid. Quizá en el Bernabéu«.
Ese local no estará en el Santiago Bernabéu, sino (según ha confirmado el digital el Independiente) en la céntrica calle General Álvarez de Castro –entre las paradas de Metro de Iglesia y Quevedo.
Eduardo Camavinga tan solo tiene 20 años y está jugando su tercera temporada con el conjunto blanco. En este tiempo en el Real Madrid ha ganado seis títulos y ha jugado más de cien partidos.