Las campanadas de Sol no será las únicas que resuenen en el centro de Madrid este 31 de diciembre. Las campanas repicarán fuerte en la iglesia de San Ildefonso para que Malasaña celebre por segunda vez su Nochevieja alternativa: una menos concurrida y más cercana, pensada para que los habitantes del barrio hagan piña.
La cabeza pensante no podía ser otra: Lope de Aixela, un «peregrino urbano» que hace un tiempo se propuso pasar la noche en 101 casas de sus vecinos. Su cruzada por convertir Malasaña en una comunidad donde todos se conocen le ha llevado ahora a proponer que la gente se reúna para celebrar Fin de Año, como ya hiciera el año pasado. El debut fue todo un éxito: 400 personas se juntaron en las campanadas alternativas.
Luis Baldó Blanco, campanero de la iglesia, tocará las campanas de forma manual. Baldó repite la experiencia de 2018 cuando hizo sonar la campana San Yldefonso, de 400 kilos de peso y fabricada en 1860, para dar la bienvenida al año nuevo.
El pregonero será el propio Lope, que tiene por costumbre vocear las noticias del barrio. En los días previos convocará a todo el que quiera unirse a las campanadas de Malasaña en la plaza de San Ildefonso a las 23:00 h el 31 de diciembre, para que haya tiempo de coger sitio y prepararlo todo.
Ni Lope ni nadie sabe cuánta gente tomará las uvas en el barrio este año, pero su ilusión por unir a sus vecinas y vecinos no hay quien la quebrante: ni en Nochevieja ni ningún otro día del año.
Fotos: Félix Renedo (@tufelisuco)