Madrid está lleno de sorpresas, de secretos y de curiosidades (qué sentido tendría, si no fuer así, que existiera un medio de comunicación llamado Madrid Secreto). De hecho, poco importa llevar toda una vida viviendo en Madrid: la ciudad siempre depara un nuevo secreto.
El que hoy nos ocupa está debajo de una carretera, pero no está bajo tierra. Hablamos de una capilla escondida bajo la M-30.
La capilla, llamada ahora Santo Domingo de la Calzada, conocida por todos como capilla del Puente y anteriormente bautizada como Parroquia del Bautismo del Señor, lleva 42 años donde está. Y su vida, como se puede suponer, no ha sido fácil.
Igual que un náufrago levanta un templo temporal para venerar a alguna deidad. De un modo parecido se puede entender el nacimiento de la capilla del Puente. David García-Asenjo, arquitecto, contaba en Twitter que “se aprovechó temporalmente un puente de la M-30 mientras se encontraba un terreno para la parroquia”.
Aquí debajo hay una capilla. pic.twitter.com/ZEJbdFEopu
— David García-Asenjo (@dgllana) June 7, 2020
En su origen, en su edificación, apenas había recursos para construirla. Por eso, quizás, se levantó en circunstancias de precariedad. La capilla (entonces Parroquia del Bautismo del Señor, recordamos) se afianzó entre los vecinos de la zona de Puerta de Hierro.
Los pocos recursos empleados en su construcción propiciaron que hace una década la capilla estuviera en la UVI: el agua se había filtrado y la bóveda se estaba deteriorando a un ritmo vertiginoso. De este modo y por insistencia vecinal, los arquitectos Soledad García morales y Antonio Vela Cossío mediaron, rehabilitaron el espacio, resolvieron las humedades y dividieron el espacio en dos. Los 35 metros de su interior fueron profundamente rehabilitados y se hizo una cubierta interior para drenar las aguas.
La capilla resistió y la visita (por cierto, está en el cruce entre la avenida Fuentelarreyna y la calle Arroyofresco) a uno de los lugares de culto más insólitos de Madrid sigue siendo posible.