La Policía Nacional ha desmantelado dos criaderos ilegales (uno en Meco y otro en Arganda del Rey) tras una investigación que se prolongó durante un año. Se cree que la organización, la cual llevaba operando desde 1990, estaba integrada por cinco personas, aunque no se descarta que haya más implicados.
Hasta la fecha han sido detenidos los dos líderes de la organización, dos veterinarios y un informático que se encargaba de la estrategia comercial. Se piensa que la función de los veterinarios era fundamental porque, entre otras cosas, aportaban cartillas sanitarias y medicamentos.
Los perros, según ha informado la Policía Nacional, se encontraban en pésimas condiciones higiénico-sanitarias. Su ubicación era un sótano dividido en tres zonas: una de cría —con animales de menos de un mes y perras embarazadas—, otra zona de animales listos para criar y otra de animales preparados para la venta.
También se ha podido saber que las cuerdas de vocales de los perros eran cortadas por los responsables de la organización para que no ladrasen, evitando, así, cualquier posible alarma vecinal. Ahora los 270 chihuahuas rescatados están bajo el custodio de distintas protectoras a la espera de la decisión judicial sobre su destino final.