China, país del epicentro del contagio de la COVID-19, y Estados Unidos han informado en las últimas 24 horas que ya pueden empezar a realizar los primeros test de la vacuna contra la enfermedad en humanos.
Según la agencia de noticias estadounidense Bloomberg y China Daily, la empresa CanSino Biologics Inc. ha recibido la aprobación del gobierno chino para arrancar los ensayos clínicos en personas. La empresa, con sede en Hong Kong, ha contado con el apoyo de la Academia Militar de Ciencias Médicas del gobierno chino y comenzará a ensayar la vacuna con ciudadanos de Wuhan, ciudad donde se originó el brote el pasado mes de diciembre de 2019.
En paralelo, Estados Unidos ha tomado una medida extraordinaria para adelantar los estudios en humanos de su primera vacuna. Según la agencia Bloomberg y la revista científica Nature, la empresa farmaceútica de Massachusetts Moderna Inc. recibió la semana pasada el visto bueno de la administración Trump para saltarse los test en animales y probar la cura directamente en personas.
En el caso chino, se administrará la vacuna a 108 pacientes sanos entre 18 y 60 años en tres dosis diferentes durante este mes hasta final de año. Para Moderna Inc. la revista Nature adelanta que la vacuna ya se ha implementado en 4 adultos, dentro de una primera muestra de 45.
Según el presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, la vacuna final podría estar disponible en un plazo de 18 meses. Actualmente se están desarrollando 41 proyectos en todo el mundo, como confirma un documento de la OMS.
En España, el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC está trabajando en un proyecto de posible vacuna, y se van a destinar 30 millones de euros desde el Gobierno al CSIC y el Instituto de Salud Carlos III para potenciar la investigación sobre el virus.
Las pruebas determinarán si estas u otras vacunas son viables. Hasta la fecha, son solo estudios en fase inicial.