Igual que viene ocurriendo en todos los festivos desde verano (con la excepción de Navidad), Madrid cerrará sus fronteras durante Semana Santa. Y para prevenir que los desplazamientos puedan tener lugar en los días previos, la región cerrará a partir de esta medianoche y permanecerá en ese estado hasta el 9 de abril.
La movilidad entre comunidades solo estará permitida en casos justificados como urgencias médicas o motivos de trabajo. El fin de esta medida es evitar desplazamientos innecesarios y consecuentemente mitigar los efectos de una posible cuarta ola.
Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pondrán efectivos diseminados por puntos de salida (Atocha, estaciones de buses o el aeropuerto) para evitar los desplazamientos por ocio. Del mismo modo, también habrá controles en los accesos a la sierra con la intención de que no haya aglomeraciones.