Que la Alcarria es la Provenza española está ya asumido, pero además de teñirse de morado con sus campos de lavanda cada julio, aquí se esconde Cívica, una pequeña pedanía cercana excavada en la roca. Sobre una pared de piedra blanca se erige una magnífica construcción con arcos túmidos, grutas, escaleras y cascadas naturales que caen al río Tajuña.
El conjunto urbano inhabitado se llama Cívica y está en la carretera cm-2011, a medio camino entre Brihuega y Masegoso de Tajuña, en la región de la Alcarria de Guadalajara. A día de hoy, la aldea permanece cerrada al público, debido a que es una propiedad privada y muchas de sus escaleras y cuevas no se encuentran en buen estado de conservación. No obstante, es posible admirar su belleza desde el exterior.
El escritor Camilo José Cela en su libro Viaje a la Alcarria –en el que hace un retrato naturalista de la zona– dice de Cívica que «se asemeja a una aldea tibetana o al decorado de una ópera de Wagner». Sin embargo, para muchos otros, este enclave tiene una sorprendente semejanza con las cuevas de la Edad de Bronce de Capadocia, una región árida situada en el corazón de Turquía.
La historia de la aldea Cívica
De acuerdo con los descubrimientos arqueológicos que se han hecho en la zona, esta fue habitada en la Edad Media por judíos sefardíes y monjes de la orden del temple. Estos aprovecharon los saltos de agua del lugar para edificar una pequeña fábrica de papel. No obstante, la Cívica que conocemos en la actualidad fue construida entre las décadas de 1950 y 1970 por el sacerdote Aurelio Pérez, heredero de estas tierras.
Según cuenta el Ayuntamiento de Brihuega, Pérez dedicó más de 20 años de su vida a la edificación de la aldea, con la aspiración de convertirla en un auténtico santuario. Él mismo se encargó de la excavación, el tallado y el grabado de la piedra que se puede apreciar hoy en día. El clérigo imaginó el espacio a su antojo creando una edificación única en España. Una construcción que parece sacada de la Capadocia, siendo Aurelio Pérez un total desconocedor de las cuevas turcas.
Pero esta no es la única visita que se puede hacer en la pedanía de Cívica, a pocos metros de la pintoresca construcción hay una cascada que, especialmente durante la época de lluvias, es digna de ser visitada también. Para completar la ruta, la siguiente pedanía, Yela, tiene una iglesia románica que destruida durante la Guerra Civil y reconstruida en 1950.
¿Cómo llegar a Cívica desde Madrid?
La pedanía de Cívica está situada en la carretera cm-2011 en dirección Masegoso de Tajuña –las coordenadas GPS son 40º45’27”n 2º47’9”w– y se recomienda ir temprano para evitar atascos en la A2. Desde Madrid la distancia es de unos 100 kilómetros, por lo que el trayecto en coche tiene una duración aproximada de una hora y media.
NOTA IMPORTANTE: Cívica es propiedad privada y no se encuentra en buen estado de conservación por lo que está prohibido el acceso.
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