No hay ningún madrileño que no sepa de que le hablas si alguien menciona el Palacio Real o el de Linares, pero otros muchos palacios de Madrid están algo ocultos para el gran público por su ubicación o, quizás, pasan desapercibidos por sus fachadas sencillas. Incluso hay calles muy transitadas que esconden verdaderas joyas de la arquitectura en su interior.
A pesar de la cantidad de palacios y grandes casas que se han perdido en las muchas transformaciones que ha sufrido la ciudad, todavía podemos disfrutar, al menos, del exterior de estos edificios:
1. Palacio del Marqués de Amboage (embajada de Italia)
La embajada de Italia fue en principio el palacio del Marqués de Amboage. Proyectado a principios del siglo XX por el arquitecto Joaquín Rojí por encargo de Fernando Pla Peñalver, diputado de las Cortes e hijo de un indiano enriquecido que ostentaba este marquesado pontifico.
Esta residencia de 1.350 metros cuadrados en el ensanche del barrio Salamanca está rematada en mármol, hierro forjado y bronce, cuenta con una vidriera en la escalera de e la casa Maumejean. Fue sede del Ayuntamiento de Madrid durante de la Guerra Civil, al terminar fue devuelta a sus propietarios y estos la vendieron en 1939 al Estado italiano por 25 millones de pesetas.
Calle Lagasca, 98 (Salamanca)
2. Palacio de Aldovea
Madrid también tiene castillos medievales, y el Palacio de Aldovea es uno de los más destacados. El enclave pertenece al Soto de Aldovea, en el municipio de San Fernando de Henares, al este de la Comunidad de Madrid. Aunque sus orígenes son inciertos, dada su ubicación, en las inmediaciones del río Henares, se cree que fue construido como fortaleza a finales del siglo XI.
No fue hasta siglos más tarde, en el XVIII, cuando Luis de Borbón le encargó al arquitecto Virgilio Rabaglio la transformación de la fortificación en el palacio que es ahora. Además de sus amplios salones, destacan también sus jardines, con capacidad para albergar a más de mil personas. Y es que actualmente este escenario de cuento es escogido por muchos para la celebración de su boda.
Carretera Castillo, 10 (San Fernando de Henares)
3. Palacio Fernán Núñez
Situado a unos pasos de Atocha, el Palacio Fernán Nuñez, de apariencia sobria en su fachada, esconde un impresionante interior. Su construcción data de 1790, es estilo neoclásico, y fue objeto de una remodelación a mediados del siglo XIX. Entre los elementos decorativos que se pueden encontrar destacan réplicas de cartones de Goya, taraceas en pisos y techos, lámparas de cristal de Baccarat, tejidos de seda, mármoles, bronces… Y estancias como el Salón Isabelino, en la imagen.
Es la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE) desde 1985 y ha sido escenario de rodajes de series como el de la serie ‘El Ministerio del Tiempo’. La FFE organiza visitas guiadas para grupos con un precio de 6€.
📍 Calle de Santa Isabel, 44 (centro)
4. Palacio de Laredo
El palacio de Laredo fue construido en 1882 por el Manuel José Laredo y Oroño, entonces alcalde de Alcalá de Hernares. Esta peculiar residencia familiar y proyecto personal de este constructor, pintor y restaurador, es un conjunto de estilos que evocan a otras épocas: mudéjar, gótico, neoclásico, etc. El gusto por la historia de España se refleja también en los frescos, que pintó el propio Laredo. El culmen es el salón de reyes (arriba en la imagen). Además, incluyó 15 piezas originales de los siglos XV y XVI de distintos palacios del país, como los azulejos del palacio de Pedro I el cruel (Jaén), artesonados del palacio de los marqueses de Tendilla (Guadalajara) o las columnas y la bóveda del castillo de Santorcaz (Madrid).
📍 Paseo de la Estación, 10 (Alcalá de Henares)
5. Palacio del Infante don Luis
El palacio del Infante don Luis es obra del arquitecto Ventura Rodríguez, quien estuvo implicado desde la compra del terreno por parte del hermano del rey, que al no tener propiedades quería hacer una a su gusto. Este palacio de fachada neoclásica tiene, sin embargo, un interior tardo-barroco (especialmente notable en la capilla) y un jardín estilo italiano. Aunque en principio estaba pensado como pabellón de caza, el Infante don Luis acabó viviendo en él desde 1765 a 1776 y por sus estancias desfilaron grandes nombres de la época como Goya, Luigi Boccherini, Manfredi y el propio Ventura Rodríguez entre otros.
Durante la Guerra Civil sirvió como hospital y cuartel, lo que hizo que fuera bombardeado y sufriera graves desperfectos. Desde 1998 pertenece al Ayuntamiento de Boadilla del Monte, está restaurado tanto el palacio como los jardines y está abierto al público.
📍 Avenida de Adolfo Suárez, 27 (Boadilla del Monte)
6. Palacio del Parque Florido (Museo Lázaro Galdiano)
Aunque quizás por ese nombre no resulte familiar, el edificio corresponde desde 1951 al actual Museo Lázaro Galdiano. Su denominación es un homenaje a Paula Florido, la esposa de José Lázaro Galdiano, que fue quien ordenó su construcción a principios del siglo XX. De su decoración cabe destacar, entre otros elementos, la propia colección artística reunida por Galdiano. La pintura de los techos es de Eugenio Lucas Villamil y está realizada por la técnica del marouflage, que consiste en fijar una superficie ligera (lienzo en este caso) sobre otro soporte más sólido.
📍 Calle de Serrano, 122 (Salamanca)
7. Palacio de Gaviria
Este edificio palaciego en pleno corazón de Madrid alberga uno de los interiores más lujosos del siglo XIX, pese a su sencilla fachada. Fue construido entre 1846 y 1847 por el arquitecto Aníbal Álvarez Bouquel por encargo del Marqués de Gaviria, y sobre los cimientos del palacio de Duque de Arcos. Se inauguró en 1851 en un baile presidido por la reina Isabel II, un año después que el Teatro Real, que está muy próximo. Se trataba, en aquel entonces, de la zona de moda en Madrid. Posteriormente, el palacio ha sido utilizado como cuartel republicano durante la Guerra Civil, como sede ministerial y en los últimos años como sala de exposiciones, aunque actualmente se encuentra cerrada.
📍 Calle Arenal, 9 (centro)
8. Palacio de Zurbano
La que le da nombre actualmente a esta casa palacio tradicional es la calle a la que da su entrada principal, ubicada en el barrio de Almagro. No obstante, a lo largo de su historia el inmueble fue conocido también como el Palacio del Marqués de Casa Riera y el Palacio del Conde de Muguiro. Este último fue quien encargó su construcción a finales del siglo XIX. Tras una importante restauración en la década de los 90, fue la sede de diversos organismos públicos. Propiedad del Ministerio de Fomento, se utiliza actualmente como sede de actos protocolarios.
📍 Calle de Zurbano, 5-7 (Chamberí)
9. Palacio del marqués de Cerralbo (Museo Cerralbo)
Al igual que le ocurre a otros como el Museo Geominero, el Cerralbo es quizá uno de los más desconocidos de la capital. Fue el hogar del XVII Marqués de Cerralbo, hecho a medida de las familias aristocráticas de finales del siglo XIX. Es de estilo clasicista y tiene elementos neobarrocos y rococó, y su interior alberga más de 50.000 piezas entre pinturas, esculturas, cerámicas, tapices, muebles, monedas, armaduras… Como curiosidad, a diferencia de otros este museo no cuenta con carteles explicativos (salvo contadas excepciones), con el objetivo de «respetar la casa-palacio». Por este motivo, durante la visita se ofrece un cuaderno con información relevante sobre los objetos y espacios en distintos idiomas.
📍 Calle de Ventura Rodríguez, 17 (centro)
10. Palacio de Godoy
Conocido originalmente como el palacio del marqués de Grimaldi, fue realizado por Francesco Sabatini entre 1776 y 1782 y ocupado posteriormente por Godoy, favorito del rey Carlos IV. Y está de plena actualidad porque en las recientes obras de Plaza de España han aparecido restos en buen estado de lo que fue el edificio original que sufrió modificaciones durante 1931, cuando fue recortado para ampliar la calle Bailén, desapareciendo así las estancias privadas de Godoy. En 1943 se erigió la fachada actual y desde 1975 es sede del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
📍Plaza de la Marina Española, 9 (centro)
11. Palacio Bauer
La calle de San Bernardo, en el barrio de Malasaña, fue en su día el epicentro de la nobleza madrileña. Uno de los restos que se conservan de esa época de esplendor es el Palacio Bauer, conocido así porque fue propiedad de Ignacio Bauer. No obstante, no fue hasta el siglo XIX cuando llegó a las manos del banquero, ya que antes perteneció a la Casa Noviciado de la Compañía de Jesús en el XVIII. Las reformas que hoy lo caracterizan fueron encargadas a Arturo Mélida por la propia familia Bauer. La aparente sencillez de su exterior contrasta con el estilo barroco del interior. La decoración actual no es la original, pero se conservan algunos elementos como las pinturas al fresco, los mármoles o las vidrieras. En él están expuestos algunos cuadros pertenecientes al depósito del Museo del Prado. Desde la segunda mitad del siglo XX es la sede de la Escuela Superior de Canto de Madrid.
📍 Calle de San Bernardo, 44 (Malasaña)
12. Palacio de Maudes
El palacio de Maudes, levantado originalmente como Hospital de Jornaleros, fue construido entre 1909 y 1916 y diseñado por Antonio Palacios. Tiene una extensión de 13.891 metros cuadrados y ha atravesado distintas fases a lo largo de su historia: durante la Guerra Civil atendió a los heridos en el frente y en la posguerra fue un hospital militar de urgencias. Desde 1964 y hasta que lo compró la Comunidad de Madrid, convirtiéndolo en sede de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, permaneció abandonado y entre los vecinos comenzó a denominarse «la casa de los gatos». En la antigua capilla del hospital se ubica la Parroquia de Santa María del Silencio, la primera para personas sordas y sordociegas.
📍 Calle de Maudes, 17 (Chamberí)
13. Palacio de Buenavista
Su edificación tuvo lugar en el siglo XVI en el Altillo de Buenavista, del que recoge su nombre. La finca fue regalada a Felipe II por el arzobispo de Toledo cuando este decidió trasladar su corte a Madrid. No obstante, el actual palacio fue construido dos siglos más tarde por encargo de la duquesa de Alba, Cayetana XIII, al arquitecto Juan Pedro Arnal. Víctima de dos grandes incendios durante esa época, el inmueble sufrió varias reformas. Además de propiedad de la Casa de Alba, lo fue también de Manuel Godoy. Cuando el edificio volvió a pertenecer a la Casa Real, fue considerado por José Bonaparte como edificio candidato para albergar el actual Museo del Prado. Finalmente, fue cedido al Ejército de Tierra y alberga ahora su Cuartel General.
📍 Plaza Cibeles (centro)
14. Casa-Palacio de Pedro Luján
Con sus más de 500 años, esta casa-palacio del siglo XV pertenece al conjunto civil más antiguo de Madrid. El edificio es un ejemplo del mudéjar madrileño y tiene detalles arquitectónicos medievales de inspiración árabe y gótica, como un arco de herradura, único en la capital. La edificación está, además, rodeada de leyenda: cuentan que el rey Francisco I de Francia estuvo preso en el edificio tras ser derrotado por Carlos V en la Batalla de Pavía.
📍 Calle del Codo, 1 (centro)
15. Palacio del Marqués de Villafranca
En pleno barrio de La Latina está ubicado este tesoro histórico que a menudo pasa desapercibido. Fue el marqués de Villafranca, del que adoptó el nombre, el que compró los inmuebles de la manzana para construir este palacio en el siglo XVIII. Aunque desde 2005 es sede de la Real Academia de Ingeniería, el Palacio del Marqués de Villafranca fue durante siglos la residencia de varias familias de la nobleza madrileña. Además, en la década de los 70 albergó también un restaurante por el que pasaron importantes personalidades a nivel internacional como los duques de Windsor o Jackie Kennedy. Uno de sus secretos es que en su interior se conserva un tramo original de casi 20 metros de la antigua muralla cristiana de Madrid.
📍 Calle de Don Pedro, 10 (La Latina)
16. Palacio de la Trinidad
Este palacio de los alrededores del intercambiador de Avenida de América ha estado abandonado y casi olviado desde que el Instituto Cervantes dejara el edificio en 2008 y hasta que en 2015 lo adquirió Pesacadería Coruñesas, dueños de otros edificios históricos y de restaurantes como Desde 1911, con una estrella Michelín. El complejo, que recuerda a un cortijo andaluz (en pequeñas dimensiones), fue diseñado por el arquitecto Luis Alemany por encargo de María de los Ángeles Gutiérrez en 1928.
📍 Calle de Francisco Silvela, 82 (Avenida de América)
Conociendo la historia de estos palacios de Madrid descubrimos cómo ha crecido y cambiado la ciudad, qué barrios estuvieron más en boga y cómo también había cabida para el arte y la cultura en los pueblos aledaños a la capital. También hay una larga lista de palacios desaparecidos, algunos para construir edificios más modernos, como es el caso del Palacio de Anglada, otros sufrieron daños por las guerras como el Real Sitio de la Moncloa y otros muchos fueron abandonados y finalmente demolidos a principios del siglo XX.
Este artículo ha sido escrito a seis manos entre Selene García Torreiro, Isabel Nieto y Elena Francés.