No tienen ojos, nariz ni boca. Y aun así, no tardarás ni un minuto en reconocer a estos personajes.
Habría que revisar el verdadero significado de la palabra «icono». A base de ver la imagen de una gran personalidad repetida en fotos, murales, collages, calendarios y agendas, convertimos a ese «alguien» en un «algo». Entonces ocurre: una persona se simboliza a sí misma.
Y este fenómeno nos entra en la cabeza al contemplar las obras de Faceless, la muestra de retratos sin cara expuesta en el Lobby Art Gallery del Hotel Emperador (Calle Gran Vía, 53). Algo hace click cuando miras un cuadro donde en el lugar de un rostro solo hay un brochazo de pintura y reconoces al instante a una persona famosa.
Este es el trabajo de Coco Dávez: el retrato sin rasgos. Juega con el neorrealismo y el pop, y solo ella sabe cómo plasmar la energía de las personas para que la identifiquemos sin necesidad de pistas faciales ni de colores figurativos.
La artista madrileña ha convertido un retrato frustrado en una exposición. Un día trató de pintar a Patti Smith y su intento resultó en un desastre. No pudo evitar ocultar ese rostro con una capa de pintura. Pero Patti seguía ahí, y ella seguía viéndola. Se le encendió la bombilla y empezó a gestar Faceless.
Ahora podemos ver lo que Dávez ve en sus cuadros: a Picasso, Frida Kahlo, David Lynch, Jacques Cousteau, Grace Jones… Los ídolos del siglo XX están ahí, pero sin estar. Y allí seguirán hasta el 20 de enero.