
La ciudad ha sido la protagonista principal en algunos de los largometrajes más recordados del cine español.
Seguro que alguna vez has andado por las calles de Madrid y han venido a tu cabeza escenas de películas de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Álex de la Iglesia. Y es que estos y más directores nacionales e internacionales han encontrado su fuente de inspiración en los rincones de la ciudad para crear algunas de sus obras más reconocidas.
Para celebrar su fotogenia y todas esas historias que han surgido de sus calles, hemos seleccionado 5 películas que transcurren en Madrid y hemos pedido al ilustrador Alejandro Llamas que las interprete a través de su característica y particular visión. También hemos creado un quiz con el que puedes poner a prueba tu conocimiento sobre cine en Madrid y que te animamos a hacer antes de leer este artículo.
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Abre los ojos de Alejandro Amenábar
La segunda película de Amenábar fue rodada en diferentes localizaciones de Madrid, entre ellas la Plaza Mayor, el Parque de Berlín o la azotea de la Torre Picasso. Pero sin duda la escena más recordada de Abre los ojos es aquella en la que Eduardo Noriega deambula por una Gran Vía desértica.
Los planos fueron rodados en el verano de 1996, aprovechando el puente de la Virgen de la Paloma. El equipo de la película solo tuvo dos horas para grabar cinco o seis tomas entre las que se abría la calle durante un tiempo para que la gente pudiera atravesarla.
Aunque parezca que la Gran Vía estaba completamente vacía, un vecino se coló en la toma elegida para la película y se le puede ver asomado en uno de los balcones de la parte derecha de la calle.
Mujeres al borde de un ataque de nervios de Pedro Almodóvar
Como en muchas de las películas del cineasta manchego, Madrid tiene un papel especial en Mujeres al borde de un ataque de nervios. El que también tiene un papel protagonista es el ático del personaje de Carmen Maura (Pepa), que fue creado como un decorado al que Almodóvar le dio una dirección concreta: Calle Montalbán, 7.
La azotea es el escenario elegido para algunas de las escenas clave de la película y sus vistas son una declaración de amor hacia Madrid por parte de Almodóvar: la Gran Vía, el edificio Telefónica o el Metrópolis son solo algunos de los elementos inconfundibles del “skyline” Madrileño que se pueden divisar desde este icónico ático.
Historias del Kronen de Montxo Armendáriz
Basada en la novela homónima de José Ángel Mañas, Historias del Kronen es un retrato de la noche madrileña de la década de los 90. El interior del Kronen, el bar donde se reunían los protagonistas, fue recreado en El Templo del Gato, uno de los locales más míticos de la ciudad que cerró sus puertas en 2016. Los túneles de Azca o el paso elevado de Juan Bravo sobre la Castellana juegan un papel esencial en el desarrollo de la trama de esta película.
La banda sonora también se convirtió en un éxito, con temas como Chup Chup de Australian Blonde que marcó a toda una generación y se convirtió en el himno indie de principios de los años 90.
El Bola de Achero Mañas
La película de Achero Mañas fue la gran triunfadora de los premios Goya en 2001, con varios premios incluyendo el de mejor actor revelación para Juan José Ballesta, que se estrenó en el cine con este largometraje.
La mayor parte de El Bola transcurre en el barrio de Carabanchel, donde el director ya había rodado anteriormente tres cortometrajes basados en sus experiencias trabajando con menores en centros de acogida. Entre el resto de escenarios escogidos para contar la historia de su protagonista están el Parque de atracciones, el Puente de Segovia y el barrio de Entrevías.
El bar de Álex de la Iglesia
Para El bar, una de las películas más recientes de Álex de la Iglesia, el director pasó meses desayunando en el mítico bar El Palentino en la Calle del Pez junto con el guionista Jorge Guerricaechevarría. Es aquí donde encontraron toda la inspiración necesaria para rodar la película, basándose en el comportamiento y las historias de los clientes habituales que frecuentaban el bar.
Aunque Álex de la Iglesia quiso grabar directamente en El Palentino, la oferta fue rechazada por sus dueños por miedo a estar cerrados durante demasiado tiempo y perder su clientela. Para rodar los exteriores, el escenario elegido fue la plaza de los Mostenses en el local que ocupa la esquina de la Calle Álamo.