Evocar la figura de Miguel de Cervantes y hacerlo en relación a la Comunidad de Madrid lleva, inevitablemente, a un destino: Alcalá de Henares. En la capital, los madrileños y madrileñas conviven con su obra –reparando más o menos en ello– en la cotidianidad de un paseo por la plaza de España o en los andenes de Metro de la estación homónima.
Sin embargo, no es en ninguno de esos lugares, sino en otro a menos de una hora y media de distancia de la ciudad, donde se puede caminar por el paisaje que evoca una de las obras más conocidas de la historia de la literatura: El Quijote. El paisaje al que nos referimos se encuentra en un lugar de La Mancha, concretamente en Consuegra, un pueblo de Toledo.
Doce molinos de viento
Situados sobre el cerro Calderico para aprovechar las corrientes de aire, son doce –de los trece que había originalmente– los molinos de viento que componen este skyline universalmente conocido gracias a la obra de Cervantes. La antigüedad de algunos de ellos se remonta al siglo XVI, y cada uno de ellos tiene un nombre de inspiración manchega o directamente quijotesca: Clavileño, Espartero, Rucio, Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Cardeño, Vista Alegre, Sancho, Mochilas, Mambrino y Bolero.
Sancho, concretamente, fue el primer molino en restaurarse –siguiendo métodos y utilizando materiales propios de la época– y aún conserva piezas originales en su mecanismo, que permitía convertir el trigo u otros cereales en harina o pienso. Y es que aunque hoy el reclamo sea el de una bonita postal –declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en su conjunto–, en su día contribuyeron de manera decisiva al desarrollo de Consuegra.
El castillo de Consuegra
Además de los molinos, Consuegra cuenta con un castillo de más de 800 años de antigüedad. Según recoge el consistorio, su aspecto actual no se corresponde con el que presentaba en el momento de su edificación en el siglo X, sino que «es debido a la impresionante obra de arquitectura militar que los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén pusieron en pie». Un aspecto que le hermana, por otra parte, con el Crac des chevaliers de Siria, perteneciente a la misma orden.
El Ayuntamiento de Consuegra ofrece visitas guiadas que incluyen entrada y visita al castillo de Consuegra, al molino de viento Bolero y al Museo Municipal por 7 euros para adultos, 3,50 euros para niños de entre siete y doce años y entrada gratuita para los menores de cero a seis años. Toda la información sobre reservas se puede consultar aquí. Para exprimir al máximo la visita, también se puede visitar alguno de sus otros monumentos o descubrir su gastronomía.
¿Cómo llegar?
Para llegar a Consuegra en vehículo privado desde Madrid se pueden consultar distintas posibilidades aquí, todas con un trayecto inferior a las dos horas de viaje.
La distancia también se puede cubrir en autobús, mediante una línea interurbana, con una duración algo más larga: dos horas y veinte minutos. Sea cual sea el transporte elegido, ambas opciones permiten dejar atrás los gigantes del skyline madrileño y cambiarlos por los molinos de Consuegra.