Empezamos a verlos hace un par de años. Primero uno, luego otro, y otro más. Corazones de colores perfilados en negro y blanco, una serie de pintadas que le daban un aspecto romántico a la M-30. Los asiduos de la carretera empezaron a cogerles cariño y, a modo de respuesta, el desconocido graffitero siguió plantando corazón tras corazón en las medianas.
Un fenómeno en las redes, un toque de color en el asfalto que dejaremos de encontrar próximamente. El Ayuntamiento va a limpiar el entorno de la M-30 y a repintar los graffiti de la zona. Todo hay que decirlo: ninguno es de tan buen gusto como estos corazones.
Nunca llegó a quedar claro quién es su creador, solo se sabía que enviaba cartas de agradecimiento a los internautas y a los medios de comunicación que se hacían eco de su obra. Fue apodado como el «Cupido de la M-30» y durante un tiempo se pensó que la autora era una graffitera detenida en 2019. Sin embargo, después del arresto, otra persona reclamó la autoría, sin desvelar nunca su identidad.
El misterio se irá con los icónicos corazones cuando el Ayuntamiento limpie la zona. Seguro que los conductores que cada día circulan por la M-30 seguirán viéndolos allí donde estaban. El recuerdo, eso sí, será imborrable.
Foto de portada: @verodiving