Domingo por la mañana (o más bien casi a la una de la tarde), te levantas con la boca reseca de las copas de ayer, con la barba llena de babas o a modo mapache con el maquillaje por toda la cara. ¿Os suena algo de esto? Si la respuesta es no, seguro que algo de lo que viene a continuación, sí:
- Dejarse puesto el pijama (ya sea en versión calzoncillos o camiseta roída de publicidad)
- Desayunar-comer atracando la nevera o meter al microondas las sobras de la noche anterior y engullir.
- Ver las películas de sobremesa, sobre todo las de Antena 3 (una tras de otra).
- Esperar desesperadamente el whatsapp del ligue de la noche anterior (que nunca llegará).
- Darte cuenta de que no has hecho NADA de lo que te habías propuesto hacer durante la semana.
- Cotillear el facebook y morirte de envidia viendo el maravilloso finde que han pasado tus contactos.
- Devorar todo lo que encuentres a tu paso porque “el lunes empiezas la dieta”.
- O sentirte culpable e intentar empezar hoy mismo saliendo a correr…pero aguantar 5 minutos.
- Mendigar a tus amigos para ver si alguien se apunta a hacer algo.
- Lloriquear y quejarse porque mañana es lunes.
- Si eres estudiante, empezar a hacer todo lo que tenías por hacer en el último momento.
- Estas tan aburrido que intentas cambiar tu look y lo que pretende ser una barba hipster acaba pareciendo el bigote de Hitler o tu flequillo acaba más desigual que la ropa de dicha marca.
- Empezar un nuevo hobby, como hacer un puzle y darlo por perdido a la media hora.
- Quedar con alguien porque es el único día que puedes, pero sin que te apetezca, porque lo que en realidad quieres es ver la última temporada de tu serie favorita.
- Estar todo el día en el sofá sin ni siquiera intentar hacer nada de lo anterior.