Cada vez falta menos para que en la línea 6 de metro circulen trenes sin conductor, un hecho que desde la compañía califican de «un nuevo logro técnico en la historia del suburbano madrileño». La línea Circular, la más utilizada de toda la red, se convertirá en la primera en implementar esta tecnología y está previsto que eso ocurra en el año 2027.
Con este sistema no solo se pretende reducir los tiempos de espera o el ruido que hacen los trenes, sino también disminuir hasta un 30% del consumo eléctrico en la misma. Para ello, entre los trabajos que se están llvando a término está el aumento de la tensión de la catenaria de 600 a 1.500 voltios.
Entre las ventajas que aportará la circulación de trenes sin conductor al funcionamiento de esta línea también se encuentra una mayor frecuencia de paso –de dos minutos, de cumplirse las estimaciones–, según señalan desde Metro de Madrid. Como parte del proceso, por otro lado, se instalarán puertas automáticas en los andenes.
El colapso de los servicios sustitutivos de la L6

Las obras para ello se han desarrollado en dos fases, por tramos: la primera (entre Moncloa y Méndez Álvaro) comenzó a finales del pasado mes de mayo y la segunda –entre Moncloa y Legazpi–arrancó el 6 de septiembre.
A pesar de que, como es habitual, se estableció un servicio sustitutivo y gratuito de autobuses mientras se llevaban a cabo los trabajos, desde el principio fue insuficiente para absorber la demanda de viajeros, dejando imágenes de colapso total en estaciones como Moncloa. La Comunidad de Madrid tardó un mes en reforzar este servicio con más lanzaderas.
Las obras continuarán hasta el 31 de diciembre y el 1 de enero de 2026 se prevé que todas las estaciones ya estén abiertas al público y funcionando en su horario habitual.