El cubo marrón, la nueva incorporación al mobiliario público madrileño, lleva funcionando a pleno rendimiento por toda la ciudad desde 2017. Ahora, el distrito centro y tras una serie de retrasos, es la última zona a la que ha llegado este cubo de reciclaje.
Son muchas las comunidades y los comercios que ya han recibido este cubo y que lo guardan en su cuarto de basuras a la espera de la fecha oficial en la que su uso se pondrá en marcha. Antes de que eso pase, el 1 de septiembre, el Ayuntamiento se ha estado asegurando de que los vecinos del distrito centro saben usarlo correctamente.
Para ello, todos los cubos tienen una hoja adherida que explica su uso, el Ayuntamiento ha colocado carteles informativos en los portales y a finales de agosto todos los vecinos de la zona centro recibieron un folleto informativo y un imán para la nevera.
El cubo marrón convivirá con el naranja y las funciones de cada uno de ellos están claramente delimitadas. El marrón servirá para restos de fruta, verdura, restos cocinados de carne, pescado y mariscos, frutos secos, cascaras de huevo y otros restos de comida; restos de infusiones y de café; tapones de corcho, cerillas y serrín; servilletas usadas, papel de cocina y papel o cartón sucios; y restos de jardinería.
El uso del contenedor naranja, por otro lado, será el de pañales y toallitas, colillas, pelo, excrementos de animales, arena de gato, chicles y polvo de barrer.