Tras un remake en 2012, este año llega su adaptación al cine inmersivo, una experiencia única.
Recién estrenada la década de los 90 llegaba a los cines un película que marcaría el cine de una época, el cine por venir y todo un género. Se llamó en castellano Desafío Total.
La película partía del argumento de un relato del célebre escritor (por entonces no tan célebre) Philip K. Dick titulado Podemos recordarlo todo por usted al por mayor (We Can remember it for you wholesale), publicado en 1966.
La película, que tan solo adoptó algunas premisas del relato original, contaba la historia Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger), un hombre corriente que en el año 2084 sueña con viajar a Marte y, ante la negativa de su mujer, decide implantarse en el cerebro el recuerdo de una visita ficticia al planeta rojo. Pero un error en la implantación del recuerdo hará que Quaid se piense un agente secreto al que quieren liquidar.
La película fue un exitazo en taquilla. Recaudó 260 millones de dólares, más de cuatro veces su presupuesto, y recibió el Oscar a Mejores Efectos Visuales.
La crítica alabó el guion y los efectos visuales pero criticó el uso de la violencia dentro de la narración por considerarlo excesivo y grotesco, aunque hay quienes, como Jordi Revert, piensan que la violencia aspira a un uso sarcástico pero no tan realista, un intento de abusar de la violencia en la pantalla como forma de criticar la violencia misma.
Su guion, del que hubo 44 versiones, deja bien claro que las ideas son las verdaderas protagonistas del relato, y que el resto es tan solo atrezo.
Así lo pensaba el artífice de la historia originial, Philip K. Dick y así se muestra en la nueva adaptación de la historia a un nuevo formato: el llamado cine inmersivo.