A la hora de dibujar el skyline madrileño hay algunos edificios que no pueden escaparse de la foto. Si lanzáramos una encuesta para capitular propuestas, seguro que en los primeros puestos estarían algunos bloques como las icónicas Torres Blancas, la polémica Torre de Valencia o el citado Faro de Moncloa.
El Faro de Moncloa, que arrastra tras de sí una historia de incendios y averías, celebra estos días su trigésimo aniversario. El libremente llamado faro (fue una torre de transmisión) se construyó en 1992 con motivo de la designación de Madrid como Capital Europea de la Cultura.
El regalo de cumpleaños que le brinda a los madrileños este icono de la ciudad es la de visitarlo sin pagar nada (su precio habitual es de 4€). Pero solo durante tres días: el 21, el 22 y el 23 de diciembre. El horario de visita es de 9:30h a 20h (aunque la última subida es a las 19:30h) hasta completar aforo.
El Faro de Moncloa ofrece algunas de las mejores vistas de la ciudad. No en vano, la visión que ofrece de Madrid es de 360º y desde una altura privilegiada: 92 metros de altura que solo los superan quince edificios de la ciudad (el más alto es la Torre Cepsa con 248 metros).
Y en la cima, una exposición
En la presentación de la celebración cumpleañera del faro, ha estado presente Almudena Maíllo, concejala delegada de Turismo. Maíllo ha presentado una exposición que acoge dibujos realistas del mirador.
La técnica que se ha llevado a cabo es urban sketching y hay un total aproximado de 50 obras divididas entre paisajes urbanos, figuras y estructuras del faro. La exposición, por otro lado, se puede visitar hasta el 8 de enero.