Antonio ha muerto y sus hijos Marino (Iker Azkoitia) e Imanol (Juan Jesús Di Manuel) regresan a su pueblo para asistir al funeral y poner en orden los asuntos de su padre fallecido. Una tarea dura que empeora cuando los hermanos se encuentran con Celia (Ángela Ibañez), con quien habían perdido el contacto varios años atrás.
Celia tiene pesadillas asfixiantes provocadas un trauma a medio enterrar, un secreto desgarrador que Marino le ruega olvidar para siempre. Imanol quiere ayudar a la joven, pero arrastra consigo una lucha pendiente contra sus propios demonios.
El grito de la tortuga aterra y emociona al ritmo de los sentimientos de Celia, que para plantarle cara a sus peores miedos debe destruir los restos de una familia en ruinas.
El contrapunto cómico de El grito de la tortuga es La Cuca (Eva Ramos), una vecina entrometida que habla por los codos pero que hace gala de un instinto protector sobre Celia. Ella alivia la tensión que reina en el escenario y nos ayuda a digerir los tormentos de la protagonista.
La actriz que interpreta a Celia es sorda de nacimiento, un aspecto que destaca por la maestría y la audacia con la que el equipo de La Corona Producciones lo ha integrado en la historia: sin paternalismos ni sensiblerías para lograr que se funda con los demás elementos de la trama.
Esta obra ahonda en las grietas de la superficie para dar voz a los recuerdos silenciados y traspasar la rigidez de las apariencias, explorando la crudeza con la que en algunos hogares el silencio oprime como una mordaza.
El grito de la tortuga se representará en el Teatro Lara entre el 14 de marzo y el 16 de mayo, los jueves a las 20:15 h. En la web del teatro puedes comprar tus entradas.