La línea C-9 de Renfe es, de lejos, la más particular de toda la red. Por sus vías traquetea el Tren de la Naturaleza, un ferrocarril histórico al que los madrileños y turistas se suben para llegar a la sierra de Guadarrama tras un viaje bucólico y evocador.
Así llevábamos haciéndolo un siglo, pero ahora la licencia del tren se ha agotado y la Comunidad de Madrid no da con el modo de reactivarla, ya que el entramado burócratico lo impide.
La desaparición del tren, que parte desde Cercedilla y llega hasta Cotos pasando por el Puerto de Navacerrada, aleja la montaña de la ciudad y aísla a sus habitantes en una zona de Madrid en la que el transporte es bastante limitado.
El 17 de abril es la fecha límite para solucionar el problema de la C-9, por lo que la Administración trabaja contrarreloj. El objetivo es obtener un nuevo permiso con una duración de 75 años. Hasta entonces, el tren de la sierra se enfrenta a la obligación de echar el freno una vez finalizada su licencia.
Foto de portada: El País