Y de repente primavera. Después de una semana en la que se han batido récords de lluvia el sol se ha ido dejando ver este fin de semana y al fin parece que realmente hemos cambiado de estación. Una sensación que se refuerza si se pasea por Chamberí, donde la Fundación Casa de México en España (calle de Alberto Aguilera, 20) ha vuelto a instalar, un año más, su ya mítica fachada floral.
Con más efusividad que otros años la institución vuelve a lanzar su mensaje de Bienvenida la primavera 2025 con una nueva intervención para la que se han empleado más de 10.000 flores naturales propias de los paisajes mexicanos como el flamboyán, el guayacán y el tabachín.
El diseño de este año corre a cargo de Cristina Faesler, diseñadora y promotora cultural, y Mathew Holmes, arquitecto. En esta ocasión, «celebra la biodiversidad de los bosques y las selvas mexicanas recordando especies nativas».
Entre esas especies están las mariposas, que cobran especial relevancia en el montaje: no es de extrañar, teniendo en cuenta que solo en México se pueden encontrar el 9% de las especies de mariposas conocidas en el planeta.
Por eso un total de 17 de estos lepidópteros (la mariposa azufre, el morpho azul, la mariposa cometa, la baronia mexicana, la mariposa limón o la monarca) salpican el diseño de esta edición, con el que quieren hacer reflexionar al público sobre «nuestra conexión con la naturaleza y la importancia de protegerla«.
Fechas de la fachada floral de Casa de México
Al ser la materia prima de esta instalación algo natural, la intervención es necesariamente efímera: solo se puede visitar unos días, desde el pasado 21 de marzo hasta el día 30 de este mes.
Más edificios con fachadas florales o naturales
Además de esta propuesta de Casa de México, en Madrid podemos encontrar varios edificios cuyas fachadas tienen elementos vegetales. De hecho muy cerca de esta localización podemos encontrar el mítico Edificio Princesa de Fernando Higueras, donde vegetación y hormigón conviven en una de las fachadas más reconocibles de la arquitectura madrileña.
No es el único edificio suyo donde este arquitecto quiso aunar ambos elementos, y Serrano, 69 es la prueba de ello. Sin embargo, puede que uno de los casos más célebres sea, sin lugar a dudas, el gran jardín vertical que decora la sede de CaixaForum Madrid, diseñado por el botánico francés Patrick Blanc.
Allí construyó un gran muro vegetal de 24 metros de altura con más de 15.000 plantas que componen una especie de «cuadro viviente».