Dos meses antes de cumplir 16 años, Flako vio salir a su padre por una alcantarilla con 23 millones de pesetas. Desde entonces, atracar bancos se convirtió en su profesión.
Acusado de cometer siete atracos a bancos por la técnica del butrón, su historia se quedó a las puertas del Goya con el largometraje Apuntes para una película de atracos, y la editorial Libros del K.O. publicó su autobiografía bajo el título Esa maldita pared.
Quedamos con él para charlar en el Parque de las Siete Tetas y descubrimos a un tipo afable y dicharachero, sonriente, un tipo con un encanto embaucador. Y reinsertado.