Bien pensado, el CBD o el consumo exclusivo de CBD contribuye a la descriminalización del cannabis. Cuesta imaginarse una escena como la siguiente: mengano menudea, compra algo con THC, su madre le ve consumiéndolo, le llama la atención, lo prueba, le gusta y al día siguiente van juntos al dealer de turno porque la madre quiere más. La situación, decimos, solo parece factible en una película de Aranofsky. Sin embargo, eliminada la palabra THC de la ecuación e incorporada Flower Farm a la anécdota, esta situación es el pan de cada día de una tienda que lleva casi un par años abierta en Madrid (en calle Pelayo, 20 y en Espíritu Santo, 20). “Casi estábamos pensando en el lema: el CBD une familias”, dice Arturo López, socio de Flower Farm.
Flower Farm es una tienda especializada, enfocada y centrada en productos (cremas, aceites, vaporizadores, flores) con alto porcentaje en CBD. El CBD, que ofrece un elevado porcentaje medicinal, “es conocido como el cannabidiol y es uno de los principales cannabinoides del cáñamo y del cannabis”, indica (que no índica) Arturo. El otro componente principal es el THC, que es el que tiene efectos psicoactivos y el que (si el producto no supera el 0,2% en su composición) es ilegal.
Este último dato, el del régimen legal que ampara la existencia de tiendas de cannabis en la Unión Europea, está regulado “por reales decretos y por normativas y reglamentos. Es absolutamente legal”.
De hecho, la presencia del CBD puede llegar a convertirse (como todo en esta vida) en un elefante rosa. Hace unas semanas, servidor lo veía entre los anaqueles de un estanco de Badajoz; leía una noticia relativa a que en países como Suiza se vende hasta en los supermercados; bastaba consultarlo con los mayores stoners de tu entorno para saber que lo conocían. Al respecto de cómo su popularidad se va extendiendo, Arturo dice que “en otros países hay más conocimiento, en España hay mucho camino por recorrer y hay gente que entra sin saber nada del asunto. Pero precisamente es ese el potencial del tema. Pero estamos lejos de países como EE. UU., donde en algunos sitios y tras pedir un café te ofrecen un shot de CBD… cosa que en España es impensable”.
Igual que a priori puede parecer impensable que un buen regalo para Navidad sea una cesta (peculiar, eso sí) compuesta por distintos artículos con alto contenido en CBD. Aunque, a fin de cuentas y como bien apuntan desde Flower Farm con astucia y mordacidad, ¿no es típico regalar flores a tus seres queridos?