El 21 de junio de 1981, Madrid vivió su última carrera de Fórmula 1®. Para compensar lo que serían más de 40 años de ausencia, el entonces Gran Premio de España, en el Circuito del Jarama, tuvo algunos de los momentos más emocionantes de la historia del deporte. Tras una ajustadísima carrera, Gilles Villeneuve consiguió su última victoria antes de morir, delante de una audiencia de más de 70.000 espectadores.
El pasado 23 de marzo, se presentaba en Madrid la primera exposición mundial de Fórmula 1®, que con sus puertas abiertas en IFEMA, abría una nueva posibilidad, un motivo más para volver a la conversación de los fanáticos madrileños de este deporte. ¿Es este un primer paso, una llamada de atención para un futuro circuito en la ciudad?
Esta ambiciosa muestra resume los momentos icónicos del deporte así como toda la ingeniería y diseño que hay tras los monoplazas. También, piezas únicas de la historia de la F1 como el Haas accidentado de Romain Grosjean, el Alpha Tauri de Pierre Gasly o la unidad de potencia de Ferrari. Para ello, Formula 1: The Exhibition ha contado con la colaboración de todas las escuderías (salvo Aston Martin que «quieren centrarse en su estrategia para el Gran Premio; lo entendemos y esperamos que se animen a colaborar en un futuro», como comentaba Tim Harvey, comisario de la exposición, durante la rueda de prensa de presentación).
En esa misma rueda de prensa, se lanzó la gran pregunta: ¿es este un primer paso para que la F1 vuelva a Madrid? La contestación de Tim Harvey, políticamente correcta, seguía dejando la duda en el aire: «no nos corresponde a nosotros decidir dónde se celebrará un Gran Premio». Mientras que Jonathan Linden, co-presidente de Round Room Live, alababa el papel de la ciudad: “Madrid ha sido un gran socio desde el primer momento. Es una gran idea hacer esta exposición aquí en IFEMA”.
Esa misma noche, IFEMA acogía a los grandes nombres de la Formula 1 para un evento en el que el posible futuro circuito volvió a la conversación. Por una parte, Stefano Domenicali daba la gran declaración a DAZN (canal deportivo que tiene los derechos exclusivos de emisión de los Grandes Premios de F1).
Mientras que José Vicente de los Mozos, presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA, confirmaba sin tapujos que el circuito está más cerca que nunca. Martínez Almeida ha salido a la palestra pidiendo cautela y advirtiendo: «hay que hacer las cosas bien». En todo caso, los rumores son ya una realidad y se respira F1® en el ambiente.
Se confirma por tanto que a largo plazo, y con un poco de paciencia, parece que cada vez se acerca más la posibilidad de volver a tener un Gran Premio en Madrid a partir de las temporadas 2026/2027. Os explicamos cómo y, sobre todo, dónde tendría lugar ese regreso a los monoplazas.
El Gran Premio de España actual
Realmente, España nunca ha llegado a despedirse de la Fórmula 1®. Desde 1981 se han vivido grandes premios españoles en Valencia, Jerez y Barcelona bajo las denominaciones de Gran Premio de España o Gran Premio de Europa.
En este momento y hasta 2026, el Gran Premio de España se corre en el Circuito de Montmeló, en la ciudad de Barcelona. Para algunos aficionados, el Circuit es mejorable en términos de diseño de trazado, considerándose una de las pistas menos atractivas del calendario por las dificultades que presenta a la hora de adelantar.
En 2022, la asistencia récord a la carrera dejó a la vista una cierta falta de planificación que se tradujo en atascos, embotellamientos y un ambiente algo caótico. Por motivos como estos, es posible que esta sea la última extensión de contrato que recibe, lo cual abriría las puertas a la posibilidad de que la competición vuelva a Madrid.
Podría plantearse la solución de que España tenga dos grandes premios, como ocurre en la actualidad en Italia, pero parece improbable debido al cambio de estrategia que está llevando a cabo Liberty Media, dueña de la Fórmula 1® desde 2017. Su política actual consiste en que este deporte, que históricamente ha estado muy ligado a Europa, abra sus puertas de forma masiva al público estadounidense y diversifique su audiencia. Esto implica que el viejo continente sólo tendría una tercera parte de las 24 carreras que hay en cada temporada, estando el resto repartidas entre América, Asia y Oceanía.
Esta decisión ha provocado que muchos países se estén quedando sin carreras, como comentaremos más adelante al hablar de la competencia que tendría Madrid para conseguir albergar una. El principal motivo por el que el Gran Premio de Montmeló sigue existiendo es porque se considera uno de “los clásicos”, pero aún así se está viendo como circuitos legendarios como el de Paul Ricard, autódromo francés en activo desde 1971, no son capaces de renovar sus contratos.
Otra opción que se plantea es la rotación. De esta forma, cada año se irían turnando los dos circuitos (el de Madrid y el de Barcelona) para albergar el Gran Premio de España, pero se trata de una modalidad poco atractiva para la organización debido a los altísimos gastos que implica y lo difícil que sería rentabilizarlo.
Financiación
En cuanto a la financiación, para evitar polémicas como las del Circuito de Valencia, se está valorando que el Gran Premio de Madrid no cuente con dinero público. La inversión vendría a través de iniciativas privadas, en muchos casos internacionales, que parecen estar ya interesadas en la propuesta.
La organización de un evento de estas características es cara. Uno de los circuitos desmontables construidos más recientemente, el del Gran Premio de Miami, costó cerca de 40 millones de dólares.
Además, al margen del precio a pagar por la instalación y organización, cada circuito debe pagar un canon a la FIA por albergar un fin de semana de carreras. Teniendo en cuenta que Montmeló paga 22 millones de euros siendo un circuito histórico, que suelen contar con una cierta rebaja, para Madrid el precio rondaría los 25 o incluso los 30 millones.
Sostenibilidad
Otro gran reto para este circuito es la sostenibilidad. La lucha contra el cambio climático es una de las grandes prioridades de la Fórmula 1® en esta década, y para ello busca compensar en sus eventos y nuevas edificaciones las emisiones de gases nocivos y la quema de combustibles.
La construcción del trazado tendrá que realizarse mediante el uso de energías renovables, teniendo muy en mente el propósito de la categoría deportiva de llegar a emisiones 0 para el año 2030.
Posibles circuitos
Teniendo en cuenta estos requisitos, en este momento hay cuatro posibilidades de circuitos, tanto semiurbanos como permanentes.
IFEMA
La opción más trabajada en este momento parece ser la de un circuito semiurbano en los alrededores de IFEMA, en la zona de Valdebebas y Barajas.
Según el medio deportivo Relevo, fuentes cercanas a las negociaciones afirman que este proyecto es el único serio y profesional para devolver la Fórmula 1 a Madrid actualmente, descartando así la remodelación del Circuito del Jarama.
Las ventajas de este circuito son su cercanía al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el interés de la Fórmula 1 en circuitos urbanos o semiurbanos. Además, tal y como indica Relevo, esta pista contaría con el apoyo de todas las instituciones (Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, Gobierno de España y Federación de Automovilismo).
Algunos medios han teorizado con la idea de que pudiera cruzar las principales avenidas de la ciudad, pero es importante recordar dónde está situado y que de media los circuitos suelen tener un recorrido de 3 o 4 kilómetros. Con este margen de movimiento, las únicas zonas a las que se podría acercar son Barajas, el Parque del Capricho, el Recinto de Valdebebas del Real Madrid y el propio edificio de IFEMA.
Jarama
La segunda hipótesis es la rehabilitación del antiguo Circuito del Jarama, que a pesar de que a día de hoy sigue siendo utilizado para competiciones menores, necesitaría una gran inversión para estar preparado para albergar una carrera de F1®.
Se estima que habría que gastar como mínimo 50 millones de euros para adecuarlo a las carreras actuales, tomando como ejemplo el caso del circuito de Zandvoort (en Países Bajos), que también fue rehabilitado recientemente tras varias décadas de parón.
La principal diferencia entre Zandvoort y Jarama es que Zandvoort es el circuito local del bicampeón mundial Max Verstappen. Esa inversión se hizo sabiendo que el circuito contaría con la presencia y el apoyo de los aficionados de cara a los años siguientes, una certeza que en este momento Madrid no tiene.
Sus ventajas son la historia del circuito (estrenado en 1966), el hecho de que no necesitaría tanta inversión como la creación de un circuito permanente desde cero y las buenas relaciones entre los dueños del circuito y la FIA.
Por otro lado, su principal desventaja es su ubicación actual. Durante el parón de cuatro décadas se construyeron alrededor del circuito múltiples urbanizaciones que tendrían que estar de acuerdo para acoger el gran circo y sus complicaciones logísticas durante esos días.
Morata de Tajuña
La opción de construir un circuito permanente en Morata de Tajuña la han liderado empresarios de Stream Motorfire SL, una empresa gaditana. En 2017, propusieron al Ayuntamiento de Morata de Tajuña la creación de un circuito de 4.5 kilómetros de longitud, con capacidad para 20.000 espectadores y que empezaría albergando carreras de categorías inferiores de cara a prepararse para a largo plazo poder dar lugar a competiciones de F1® o MotoGP.
A pesar de que se encuentra en estos momentos en trámites, por parte del Gobierno de la región no se ha vuelto a apoyar públicamente esta posibilidad y el proyecto parece estar parado, según señala La Información.
Urbano nocturno
La cuarta opción es la más compleja de todas. Se ha especulado en algunos medios sobre la posibilidad de organizar un gran premio nocturno y urbano que atraviese las principales arterias de la ciudad al estilo del de Singapur.
Según estas teorías, este circuito estaría situado en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu y tendría una gran cercanía con el Real Madrid, que podría llegar a financiar parte de su construcción.
A pesar de que la imagen sea sin duda seductora, es la opción menos factible por las enormes dificultades que implicaría la celebración de un gran premio en pleno centro de la ciudad, imposibilitando el tráfico y el acceso a algunas de las zonas más concurridas de Madrid durante como mínimo una semana.
¿Qué otros rivales tiene Madrid?
Madrid no es la única ciudad interesada en albergar un Gran Premio.
Debemos valorar la posibilidad de que vuelvan carreras con una gran reputación como las de Hockenheim o Paul Ricard, pero además hay otras como Niza, Portimao, Nurburgring o Estambul que también lucharán por conseguir una de esas preciadas fechas en el calendario.
Una de las ventajas con las que cuenta la ciudad de Madrid es que en principio sería la única capital europea que contaría con una carrera.
¿Tendrá Madrid un Gran Premio a partir de 2026?
En este momento a la Fórmula 1® le conviene tener un gran premio en España porque hay un gran interés por parte de los espectadores, tal y como demuestra el récord de asistencia de Montmeló en 2022.
Esta pasión actual por el deporte se debe en gran parte a la presencia de dos pilotos españoles, Carlos Sainz y Fernando Alonso. La situación en 2027 podría no ser la misma, Alonso tendrá ya 46 años y es probable que no siga participando.
La experiencia nos dice que sin “El Nano”, a la gente no le interesan tanto los Grandes Premios. En 2007, cuando acababa de ganar sus dos mundiales, la asistencia en Montmeló fue de 354.000 espectadores a lo largo del fin de semana, mientras que en 2019, año en el que no compitió, tan solo 160.428 personas acudieron al circuito.
Independientemente de la presencia de Alonso, se está viviendo una expansión en la Fórmula 1® palpable en la asistencia a carreras en directo y en la audiencia televisiva. Por primera vez desde 2007, y a pesar de que sigue siendo un deporte minoritario que solo se puede seguir a través de canales privados, la audiencia está volviendo a emocionarse viendo cómo veinte coches corren en círculo a trescientos kilómetros por hora.
Es un gran momento para que Madrid apueste por proyectos como IFEMA, Jarama o Morata de Tajuña, para que se pueda volver a escuchar el ruido de los motores por primera vez en cuarenta años.