La ciudad multiplica por cuatro las sanciones a quienes no se hagan cargo de los excrementos de su mascota.
Más de una vez has pisado algo blando en la calle y te has temido lo peor. Confirmadas tus sospechas, has deseado maldades poco decorosas al responsable de esa caca de perro implantada en su zapato.
Pues que sepas que en Fuenlabrada, el karma anti-residuos perrunos se ha reforzado. Hasta 1.200 euros de multa pagará quien no retire las cacas, sobre todo si se atreve a abandonarlas en zonas especiales como los alrededores de colegios o centros de salud. El mismo castigo tendrá quien las recoja pero las deje donde no debe (hay que ver, ya que estás tíralas donde toca).
Las sanciones del municipio madrileño se han cuadriplicado con la puesta en marcha de la nueva campaña de limpieza viaria y vigilancia policial contra actos incívicos, como es el de dejar excrementos a merced de cualquier suela distraída.
Aparte de dar una lección a los dueños y dueñas de animales con poca conciencia ciudadana, la iniciativa tiene otros objetivos como ampliar y mejorar las condiciones de las áreas caninas de Fuenlabrada.
Ojo con pasarse de listo, que los vigilantes contra las cacas serán agentes de paisano y no dudarán en multar a los infractores. No será tan fácil como en Vicálvaro, donde una caca gigante te persigue por la calle si te saltas la norma. No sabemos qué es peor, la verdad.