“Uno no sabe lo que es probar una buena birra hasta que no sale de España”. Eso es lo qué pensaba cuando volví del InterRail convertida en amante de las cervezas. Estaba loquita por las belgas o las alemanas.
Cuando volví del InterRail todas me sabían a pis; encima me di cuenta de lo templadas que las servían, lo cual no hacía más que confirmar esa sensación. Antes me bebía cualquier cosa que me sirvieran en jarra, ahora soy más exquisita y he descubierto qué en Madrid también tenemos buenas birras. Y da igual si son rubias, morenas o hasta pelirrojas:
La Piraña
Calle Guzmán el Bueno, 81
Esta Piraña tiene más de 40 tipos de cervezas artesanales, así que puedes salir de su local convertido en un auténtico sibarita de la birra (y un pelín beodo también, la verdad). Si ya de por si te resulta dificil elegir, también tienen 6 grifos de cerveza artesana que varía todas las semanas. Y cómo de vez en cuando me sale la vena madre, tengo qué deciros qué no os aventuréis a probar todas sus cervezas sin comer. Las podéis acompañar de alguna de sus tostas o de sus miniburguers e incluso de su tarta casera de cerveza.
Beer Station
Cuesta de Santo Domingo, 22
¿Te gusta tomarte una birra mientras te partes la caja con tus amigos? No necesitas excederte con las jarras para ello, ya que aquí ofrecen grandes dosis de cebada, comida y risas, pues de vez en cuando organizan monólogos.
Cervezorama
Calle de San Andrés, 29
Es la primera beer shop que abrieron en Madrid, un espacio donde puedes degustar o comprar hasta 400 tipos distintos de cerveza. Es curioso comprobar como la mayoría de los españoles desconocen que hay un mundo más allá de la Mahou y la Cruzcampo; este local existe para sacarnos de la ignorancia. Además, también venden los utensilios necesarios para fabricar cerveza casera, una tendencia en alza.
La Fontana de Oro
Calle de la Victoria, 1
Debe su nombre a una novela de Benito Pérez Galdós, aunque se trata de un pub irlandés. He de decir que en este local he tenido las experiencias más locas que he vivido hasta la fecha, no sé si será cosa de los chupitos de absenta (que no son precisamente light) o de las pintas de Guinness. Los viernes y sábados, además, interpretan en directo grandes temazos del rock.
La Casa de la Cerveza
C/ Luchana, 15
El nombre da lo que promete: 30 grifos, más de 150 marcas de importación…Hazte con todas y elige la que más te guste. Ahí probé la Grolsch, una de las cervezas más populares en Holanda. Seguí el consejo de uno de los camareros y la acompañé con unas chicken wings; excelente elección, he de decir.
Cervecería L´Europe
C/ de Cardenal Cisneros, 19
Tiene un ambiente bastante animado y estudiantil (vamos, que está lleno de Erasmus). Cada poco organizan ferias cerveceras y tienen una buena selección de rubias, tostadas, negras y de trigo. Es el sitio ideal para reunir a los colegas de toda la vida y contarse la vida.
Cervecería Seny
C/ Alcalá, 146
No solo ofrece 100 marcas de cervezas europeas, sino que también es conocido por sus hamburguesas y perritos calientes. Vale, estos últimos son un poco cutres pero me han salvado la vida en esas ocasiones en las que abres la nevera y solo hay telarañas. Raro es el día que está vacío, será que recurren a la magia de la cerveza Hobgoblin (la bebida de los elfos) para atraer la buena suerte.
Oldenburg
C/Hartzenbusch, 12
Es como una puerta a la Alemania más profunda, aunque aquí también es fácil encontrar a alguien que hable español. Tiene el Récord Guinness de ser la que más cervezas ofrece por metro cuadrado y no es para menos, ya que 300 marcas son un número elevadísimo para un espacio tan diminuto.