El mundo entero se quedó atónito cuando China construyó un hospital de la nada en tan solo 10 días para atender a sus enfermos con coronavirus. Madrid ha reproducido la hazaña, eso sí, sin edificar muros ni techos, al transformar IFEMA en un hospital de campaña en un solo fin de semana.
El viernes se anunció la medida y el lunes se ha empezado a trasladar a los primeros pacientes, todos con perfiles clínicos leves, para ocupar 300 de las 5.500 camas que albergará el recinto ferial durante la crisis del Covid-19, la pandemia mundial que ha desbordado por completo la sanidad madrileña.
El cambio total resulta asombroso. El espacio concebido para el montaje de stands e instalaciones para la celebración de ferias y congresos se ha rellenado ahora con una cuadrícula de camas hospitalarias separadas tres metros entre sí, en una imagen que recuerda a la de un antiguo campamento romano.
A lo largo del día de hoy se espera la llegada de más material médico, y mañana deberían estar listas 1.396 camas (en total habrá 5.000 destinadas a la hospitalización y 500 reservadas para enfermos en la UCI). El número de puestos podría crecer hasta las 2.000 si fuera necesario aumentar el aforo del hospital improvisado.
En IFEMA también se habilitarán otras dotaciones como zona de enfermería, espacios de descanso para los sanitarios, baños y duchas portátiles.
La plantilla de montadores habitual del recinto es la que lleva tres días trabajando a toda velocidad en la puesta en marcha del que ahora es el hospital más grande de España.
Fotos: Comunidad de Madrid