El Palacio de Liria reina en la zona de Conde Duque con su inmutable aire de nobleza. Ha sido la residencia de la Casa de Alba desde el siglo XIX, es decir, un hogar vedado al común de los mortales a pesar de lo tentador de su fachada y lo céntrico de su ubicación. Tiene el honor de ser la vivienda privada más grande de Madrid.
¿Cuántos madrileños habrán deseado colarse y explorar sus innumerables salones y aposentos? Esperemos que todos ellos se enteren de la noticia: el Palacio estará abierto desde el jueves 19 septiembre, y las entradas ya están a la venta.
Los Duques doña Cayetana y don Luis, tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, rehabilitaron y llenaron su casa de tesoros artísticos que ahora cualquiera podrá contemplar como si fuera un distinguido invitado perteneciente a la crème de la crème aristocrática.
Esta idea procede de Carlos Fitz-James Stuart, actual Duque de Alba, que quiere compartir la colección familiar con todo Madrid. Y no son pocas las joyas que acumula este palacio levantado entre 1767 y 1785: las únicas cartas autógrafas de Cristóbal Colón, el último testamento de Fernando El Católico y la primera edición madrileña del Quijote son parte de su extenso patrimonio.
Aquí moran, además, el documento que acredita el enlace matrimonial entre Juana la Loca y Felipe El Hermoso, y un mapa de la isla de La Española dibujado por el propio Colón. Hay hasta un escritorio que perteneció a Napoleón.
Las visitas darán acceso a la gran biblioteca que guarda 18.000 volúmenes y a las habitaciones que se encuentran en la planta baja y el primer piso del palacio, como el salón de baile. También se podrán contemplar las obras de Goya, El Greco, Velázquez, Tiziano, Zurbarán y Rubens que decoran las paredes.
Los 14 salones que pueden visitarse están hasta arriba de maravillas antiquísimas, y eso que se han retirado algunos elementos para que no estuvieran tan recargadas.El Palacio de Liria no es un museo, sino una casa familiar: los muebles y los tesoros están dispuestos de forma que transmiten una sensación hogareña: fotos, joyeros, figuritas de porcelana… El duque de Alba vive aquí, y preserva para su intimidad la segunda y la tercera planta y los jardines traseros de la propiedad.
Las entradas ya se pueden comprar en la web del Palacio de Liria.