Corría el año 1988 cuando el derribo de dos edificios de la calle Escalinata, en el Madrid de los Austrias, devolvió la luz a la antigua muralla cristiana. Levantada entre los siglos XI y XII, la antigua fortificación medieval, que presenta un arco de catadura cristiano-medieval, quedó a la vista para sorpresa de los obreros que reformaban una tienda de instrumentos de la plaza de Isabel II.
Una vez descubierta, la Comunidad de Madrid permitió la apertura de la tienda a cambio de que el propietario permitiera mostrar esta reliquia patrimonial cañí a todo aquel que se dejara caer por esa calle, aledaña a la plaza de Oriente. Así sucedió hasta el año 1995, cuando el comercio se vio obligado a cerrar y el porvenir de la muralla cristiana madrileña quedó en entredicho.
Crédito editorial: Flickr / Carlos Viñas-Valle II Calle de la Escalinata
Tras lustros abandonada a su suerte y vandalizada con pintadas sin ningún afán artístico, la Dirección General del Patrimonio Cultural del Consistorio y el Área de Desarrollo Urbano han firmado un plan para calificar este rincón de la historia madrileña como zona verde de uso público, tal y como apunta Miguel Ezquiaga Fernández en la edición de El País del miércoles 12 de enero.
Si bien todavía han de terminar de redactar las cláusulas jurídicas, parece que a mediados de año el acuerdo podría terminar de aprobarse. Después, será la Comunidad de Madrid la que resuelva definitivamente el destino de uno de los tesoros amurallados menos populares del Madrid de los Austrias, perteneciente al perímetro medieval antiguamente denominado Cerca de Felipe II.