Podría decirse que la ensaladilla rusa es la ración más misteriosa de nuestra gastronomía, la James Bond de las tapas: nadie sabe de dónde ha salido, ni su origen y si me apuras, de qué está compuesta. Tampoco admite medias tintas: o la odias, o la amas.
Dicen que es rusa, otros que es francesa ¡Incluso persa! Su procedencia tiene más interrogantes que el final de la peli de Origen pero una cosa está clara: es fresquita y está buena. Dicen que su creador fue un chef francés que se llamaba Lucien Olivier pero se le atribuye el adjetivo de “rusa” debido al parecido que tiene la mayonesa con la nieve. Sea como fuere, el objetivo de este artículo es deciros dónde están las mejores de Madrid así que ¡Bon appetit! o ¡Приятного Аппетита!
Sylkar
Han sido premiados por su tortilla de patatas (de las poco hechas, como me gustan) y sus croquetas y torrijas están de vicio pero si hay algo que no hay que perderse es la ensaladilla, servida con abundante mayonesa y patatas fritas. Es el sitio perfecto para tener una comida castiza, con una caña en la mano y con la otra, frotándote la panza (por fortuna o desgracia, a nosotros no nos va lo de la Operación Bikini).
Calle de Espronceda, 17
Samm
Lo suyo es la paella, no lo disimulan, pero también pueden presumir de esta tapa tan recurrida, pues la suya no solo es una de las mejores de Madrid, sino que también lo es de España. Se sirve sin mezclar y con la mayonesa por encima, para que tu puedas combinar la patata, el atún, el huevo, la zanahoria y los guisantes al gusto.
Calle de Carlos Camaño, 3
La tasquita de Enfrente
Entre el nombre y la entrada de madera, cualquiera podría pensar que está a punto de acceder a un bar “de los de toda la vida”; de ambiente cerrado, olor a tabaco y clientes que discuten sobre fútbol. Luego entras y te comes tus prejuicios, porque tiene una estética muy elegante, de restaurante de diseño. Entre entrantes y raciones con nombres pintorescos está ella, la ensaladilla de la casa. ¡Y menuda es! Cuando es temporada, le añaden erizos al natural o huevas de salmón, pero su receta básica, con bonito, también está para chuparse los dedos.
Calle de la Ballesta, 6
Celso y Manolo
¿Puede una tasca ser chic? Puede, os lo garantizo. Será porque está en pleno Chueca y ahí si no tienes estilo o cierto encanto, no molas. En sus raciones puedes encontrar nombre tan divertidos como sus empanadillas Martes y 13 (hechas con amor), ternera ecológica bucólica y pastoril y así hasta cumplimentar sus 15 mandamientos. Imprescindible reservar.
Calle Libertad, 1
La Raquetista
De los torreznos a la ensaladilla rusa, este restaurante es una opción perfecta para regocijarse en la (buena) comida española. Han sabido encontrar el punto justo de mayonesa y además, le han añadido algunos trocitos de piparras y la coronan con unos lomos de bonito del norte con picos de pan. Perfecta para abrir el apetito.
C/ Doctor Castelo, 19