La 77 edición de la Feria del Libro finalizó con datos negativos debido a las condiciones meteorológicas que hubo durante los días en los que se celebró.
De los diecisiete días que ha durado esta edición, ocho de ellos han estado pasados por agua, frío y viento, lo que ha hecho que las ventas hayan descendido un 7% respecto al año anterior (unos 8,2 millones de euros). Los organizadores esperaban que este año aumentasen las ventas, ya que en 2017 las cifras fueron muy positivas (con un incremento del 8%) y demostraron que los madrileños tenían más interés por la lectura.
Desde su comienzo, la Feria de este año ha estado truncada, ya que el día anterior a su inauguración el parque de El Retiro cerró por inclemencias meteorológicas. Aún así, la feria ha recibido unos 2,2 millones de visitantes (el 28% de ellos procedían de fuera de Madrid) a pesar del mal tiempo.
El director de la Feria, Manuel Gil, declaró a ‘El Diario’ que «ha sido una feria atípica y hemos tenido el hándicap meteorológico. Si no, hubiera sido una feria excelente».
Algunos de los libreros participantes han comentado que durante los días que ha tenido lugar la Feria del Libro han estado perdiendo hasta un 30% de sus ingresos. Al mismo tiempo, hay otros que cuentan que a pesar de que las ventas hayan bajado, la gente ha vuelto a hablar más con los libreros y no ha ido solo a mirar.
En cualquier caso, la Feria del Libro de Madrid ya ha terminado y tendremos que volver a esperar un año para disfrutar de ella.