El barrio de Salamanca esconde un lugar de encuentro para aficionados a la literatura fantástica y de terror. Obras de Edgar Allan Poe, Bram Stoker, Sarah Wilkinson, Robert W. Chambers y otros muchos genios del relato conviven en el segundo piso de un sofisticado edificio a pocos metros de la Plaza de Felipe II.
Al pasar por el número 94 de la calle Alcalá, justo encima de un modesto telefonillo, se lee “Librería Opar, 2º Izquierda” en letras negras sobre una placa dorada. Al llamar, enseguida hay respuesta. Alfredo Lara, fundador y dueño del pequeño negocio, espera unos tramos de escalera más arriba. El portal, en tonos blancos y negros, cual tablero de ajedrez, es el primer indicio de que la tienda de libros a la que estamos a punto de entrar no tiene nada de convencional.
Ya en la segunda planta, Alfredo nos recibe con una tímida sonrisa. Lector empedernido y cliente habitual de librerías madrileñas, explica a Madrid Secreto que tener una tienda propia es “lo único que le quedaba por hacer”. Antes de abrir Opar hace casi veinte años, había sido ayudante en una caseta de la Cuesta de Moyano especializada en ciencia ficción. También había colaborado en la Feria del Libro, representando a la editorial Valdemar.
Valdemar es una editorial independiente especializada en narrativa fantástica y de terror, que constituye el sesenta por ciento de su producción. Desde que el Ministerio de Cultura le entregó el premio a Mejor Labor Editorial en el 2000, es reconocida tanto dentro como fuera de España.
“En la Feria del Libro me di cuenta de que la gente preguntaba por un lugar en el que comprar ejemplares de Valdemar en cualquier época del año ―comenta Alfredo―, y así surgió la idea de abrir Opar. Propuse a la editorial montar una librería pequeña donde sus lectores pudieran encontrar todas sus colecciones”.
Opar comenzó su andadura a pie de calle, en Duque de Sesto. Sin embargo, los gastos del local eran muy elevados teniendo en cuenta el número de ventas. Por eso decidieron mudar el negocio a la propiedad en la que ahora se encuentra. “Es casi como una asociación cultural. Me paso la mayoría del tiempo comentando libros”, dice el dueño.
Los tesoros de Opar
La colección estrella de la librería es la de literatura gótica, una mítica selección de obras terroríficas ideada por Valdemar en los años noventa. “Destaca la edición de Drácula, que es absolutamente espectacular. También la narrativa completa de H.P. Lovecraft y la Antología de relatos sobre mujeres vampiro”, cuenta Alfredo.
Por si no fuera un paradero lo suficientemente atractivo para coleccionistas de libros, Opar tiene ejemplares de editoriales pequeñas (Biblioteca del Laberinto, entre otras) y de autores cuya obra es difícil de encontrar (como Alberto López Aroca).
“Al ser una librería muy personal, hay otra serie de publicaciones que simplemente me gustan: novelas policíacas de John Connolly, cómics de autores contemporáneos o ejemplares de segunda mano ―descatalogados― que yo mismo colecciono. Por ejemplo, números de la revista Rojinegro, que se editaba en los años treinta y cuarenta”, dice el dueño mientras observa embelesado sus preciosas estanterías, algunas decoradas con figuras de Tintín y personajes western.